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L
a polémica
vida y
obra de
Arthur Posnansky
en Tíahuanaco
Foto
de Arthw Posnansky
en 1908, uniformado y posando con sable y
astrolabio. Recién
Hegado a La Paz, aún no se iniciaba
en arqueología.
Lancha
Iris, con la que Posnansi
inicia la ma rina de guerra
boliviana y en la cual vi ve sus primeras guerras y aventuras.
Lavanderas
a orillas del
Titicaca. Los restos de la metrópoli prehis-panica
cuyos enigmas sedujeron
a Posnansky .se encuentran
hoy alegados dela
ribera del lago.
Posnunsky
joven (sentado, a la derecha) en
las chulpas de SiHus-tany,
hacia 1910.
Iglesia
de Tiahuanaco, construida
en los tiempos coloniales gracias a las piedras de las minas de esa antigua
cultura prehispánica.
La
puerta del del Sol de Tiahuanaco,
a la que interpretaba
como uni calendario
solar.
Detalle
de los mericu-losos planos
de Tia-huanaco hechos por Posnansky, resultado
de medio siglo de
trabajo de campo.
Primer
dibujo del sistema de escritura
ideográfica de los habitantes
del Titicaca.
ingenioso
sistema propuesto por
Posnansky para explicar
el traslado de las piedras en la época en que
el ingeniero alemán había
perdido el control de su imaginación.
Plaza
del Stadium de La Paz, proyectada
por el arqueólogocomo reconstrucción
hipotética de las ruinas, incluyendo algunas
estructuras originales. Es (a síntesis de la
apoteosis del nacionalismo indígena predicado por don Arturo en sus últimos
años.
Vista
posterior de la Puerta del Sol.
La arquologia como ciencia o como ficcion
LA DESMESURADA VIDA DE ARTURO
POSNANSKY COMENZO EN
VIENA EN 1873 Y SE APAGO EN LA PAZ EN 1946. SU NOMBRE ESTA UNIDO A TIAHUANACO,
A CUYO ESTUDIO CONSAGRO CUARENTA Y DOS AÑOS, PARTE DE SU FORTUNA Y LA
MAYORIA DE SUS CIENTO SETENTA PUBLICACIONES. ELABORO UNA TEORIA COMPLETA DE
LA HISTORIA HUMANA. ARROLLADOR, TOZUDO Y
ABSOLUTO, CRUZO ESPADAS CON ACADEMICOS QUE CUESTIONABAN SU
AMATEURISMO. SU VIDA FUE UNA PERMANENTE
AVENTURA. CAPITAN DE BARCO, COMBATIENTE EN EL AMAZONAS, CAUCHERO, CARTOGRAFO,
ETNOLOGO, NAUFRAGO Y SOBREVIVIENTE. SU APETITO INTELECTUAL NO RECONOCIA
LIMITES. IDOLATRADO Y ODIADO, ACUMULO GRANDES HALLAZGOS, PERO TAMBIEN
GRANDES ERRORES QUE JAMAS RECTIFICO.
DANIEL SCHAVELZON
Si en la historia de la arqueología
en Sudamérica tuviésemos que hacer una
encuesta acerca de cual es el personaje más conocido y difundido en todos
los niveles sociales, casi habría consenso de
que es Arthur (Arturo) Posnansky. Su trabajo
está indisolublemente ligado a las ruinas de
Tiahuanaco en Bolivia y a las innumerables
hipótesis seudocientificas sobre ese sitio.
Desde sus primeros libros publicados en 1904, hasta la difusión comercial
masiva de Erich von
Daniken en la década de 1970, son por cierto
miles las publicaciones que han discutido, a favor o en contra, sus ideas.
La arqueología académica, por otra parte,
siempre lo signó como «el enemigo», ejemplo perfecto de un amateur al que
habia que olvidar, desconocer y achacarle el
poco avance que la ciencia tuvo en Bolivia por medio siglo. Ambas posturas
hacen necesario revisar con detenimiento la vida y la obra de este pionero
desde una perspectiva más amplia, tratando de entender toda su vida, su
multifacética obra la arqueología
es sólo una parte de ella-, incluyéndolo en
una perspectiva histórica que tome en cuenta las condiciones de la ciencia
en la región a principios de siglo. Vale la pena registrar que Posnansky
publicó por lo menos 170 trabajos o versiones o reediciones de su obra, y
que ninguna de las varias bibliografías que sobre él existen está más o
menos completa, incluso sus biógrafos cayeron en la apologética o en lo
melodramático, disfrazando aún más su personalidad.'
El mismo, poseedor de una imaginación exaltada y una personalidad peculiar,
nunca se citó bien a si mismo, hizo listas de publicaciones con errores,
agregados, cambios constantes, dio por publicadas cosas que no existían
(y borró otras que si lo estaban) y llevó meses de trabajo organizar este
material en el Iberoamerikanisches Instituí
de Berlín.2 Pero
este articulo tiene también un objetivo que va un poco más allá de la mera
revisión del pasado: es un intento de comprender una mentalidad particular,
la forma de pensar y entender la vida misma de este hombre inusitado. ¿Por
qué sus ideas calaron tan hondo en el pensamiento popular? ¿Por qué, durante
muchísimos años, fue una figura deificada e
idolatrada? ¿Por qué, para combatirlo, fue necesario el trabajo conjunto de
muchos de los grandes arqueólogos de todo el mundo? Y también están las
otras preguntas: ¿cómo fue posible que un hombre, individualmente,
construyera una teoría completa de la historia
humana, que intentara armar el rompecabezas racial, cronológico, cultural de
la América prehispánica? ¿Y que esas ideas
fueran asumidas,aceptadas y llevadas adelante por tanta gente? Iremos viendo
de a poco qué fue realmente lo que sucedió y trataremos de entender a este
peculiar personaje, sus escritos y su obra.La
historia de este austríaco de familia polaca y
formación germánica se inserta en la de muchos europeos emigrados a América
latina que. como él, llegaron sin un rumbo prefijado, encontrándose con un
mundo totalmente diferente al que podían haber
imaginado. Allí comenzó la Gran Aventura que
fue la vida de Posnansky. Porque don Arturo, como se lo llamó más tarde, fue
el prototipo del siglo pasado: militar, capitán de barco, cauchero en el
Amazonas, millonarioen dos años.
ingenierocartógrafo, etnólogo. viajero
empedernido, arqueólogo por afición,
observador minucioso de grupos indígenas,
antropólogo físico. Su vida fue una aventura que duró hasta su muerte. Vivió
como un aventurero en el mayor sentido de la palabra: y cuando ya había
hecho largos viajes, grandes fortunas, una guerra propia en que fue herido,
náufrago y sobreviviente, luego de haber levantado planos en la zona más
cerrada del Amazonas y convivido con los grupos indígenas aún aislados en la
selva, es decir a los 30 años, inició su máxima aspiración, una tarea que
nadie como él podia soslayar: la de la
historia americana. Tiahuanaco lo cautivó
incluso antes de conocerlo, ya que siendo un ingeniero naval (con rango de
teniente) en la Marina del Real Imperio Austro- Húngaro, a los 19 años,
escribió un corto estudio sobre las relaciones entre
la arquitectura de la isla de Pascua y
Tiahuanaco. ¡ Y aún no se había movido del puerto militar de Pula! Pudo,
aunque nosotros sepamos que estaba equivocado, construir ladrillo tras
ladrillo una historia del poblamiento de
América, de sus pueblos, sus razas y de la superioridad de unas sobre otras,
darle fecha a cada evento, a cada edificio, explicar su significado,
entender su lenguaje y traducirlo: no fue sencillo. Y escribió cientos de
libros y artículos, los que llevó por el mundo entero, discutió en congresos
internacionales, creó y organizó instituciones
culturales para difundir lo que vino a llamarse «su credo». Era dogmático y
absoluto: se estaba con él o contra él: no había
otras opciones.Asi, su obra y sus ideas trascendieron
las fronteras e hicieron conocer en el mundo a
Bolivia y sus ruinas: Tiahuanaco pasó a ser el
centro de las polémicas en todo el mundo, y aún lo sigue siendo. Y aunque le
tocó vivir en los años en que muchos exploradores y arqueólogos estuvieron
en el sitio, y escribieron buenos y malos
libros, Posnansky fue impermeable a todo. Nunca citó a nadie que no fuese a
él mismo. como no fuera en apoyo de sus
propias ideas. Sus hipótesis eran establecidas desde el inicio como verdades
definitivas: nunca dudó, nunca volvió para
atrás, nunca rectificó nada. Hizo algunas
correcciones pero siempre de forma, nunca de fondo. Sus descubrimientos no
podían ser mancillados por otros,él había
descubierto la verdad y era propia. Como todo buen explorador quería
derechos absolutos sobre sus descubrimientos.
Explorador aventurero militar y geografo (1879-1903)
Es muy poco lo
que se sabe acerca de la formación temprana de Posnansky. Nació en
Viena, Austria,
el 12 de abril de 1873: estudió en la Academia Imperial y Real de Pola
.(actual Pula, Yugoslavia), donde se graduó
como ingeniero naval, y de inmediato pasó a desempeñarse como capitán
teniente en la Armada austro-húngara. Debemos recordar que la antigua Pola
era una ciudad muy peculiar, limítrofe entre
Europa oriental y occidental, con una gran
interculturalidad, estaba cerca del puerto de Trieste y su gran
movimiento marítimo. La ciudad, por los
cambios políticos y territoriales, perteneció a Austria, a Italia, a Hungría
y a Yugoeslavia en diferentes oportunidades.1La
primera información que tenemos acerca de los intereses poco habituales de
un marino-ingeniero lo muestra su trabajo de
graduación, escrito en la misma ciudad de Pola en 1895 bajo el
titulode
DieOsteminseí undihrepraehistoríchen Monumento.
Allí desarrolló ya la relación entre la
escultura de la isla de Pascua y las grandes piedras de Tiahuanaco. Sin
saberlo estaba predestinando su futuro, si es que eso es posible. El paso
siguiente fue su llegada al Amazonas en 1897, coincidente con la fiebre
del caucho por la que muchos centroeuropeos
fueron arrastrados. Llegó a Manaos, que en
esos años crecía vertiginosamente en medio de la selva, a medida que el oro
pasaba de mano en mano con mayor velocidad. Posnansky había adquirido un
barco, para esa época llamado Anm, de
18 metros de eslora. Con él comenzó a comprar caucho en la zona del Acre
boliviano, para transportarlo a Manaos. Gracias a esa lancha de gran
capacidad y a la escasez de otros transportes, rápidamente se hizo de una
gran fortuna. El barco había sido fabricado en
Hamburgo y llegariaa
formar parte de la historia boliviana.Sus intereses culturales eran tan
fuertes como su afán de aventuras, y paralelamente a su trabajo rutinario
comenzó a levantar el plano del río Acre, que fue dibujando entre 1897 y
1900 en siete planchas y en escala 1:20.000, y debió de ser de gran utilidad
en su época para la apertura de esa selva casi impenetrable y desconocida.
Pero sus intereses iban aún más lejos y recolectó da tos etnológicos de los
indígenas todavía poco
transculturados de la región. Existe un libro
que no hemos podido consultar nunca, al
parecer publicado por el autor en edición limitada en Para en 1898, bajo el
titulo de Os indios Paumans e
Jpurinas no rio
Purús. seus costumbres
etnológicas. Pero en 1899 su vida cambió al
comenzar la guerra oculta entre Brasil y
Bolivia por las tierras de la zona del Acre.La
creciente población brasileña en esas tierras
bolivianas, abandonadas por la autoridad política
y militar de ese pais, fueron rápidamente
presa de los intereses transnacionales.4 El
Acre era sólo una parte del área gomera más importante del mundo y las
luchas sordas por su control entre las grandes potencias ya han sido bien
estudiadas.'
Posnansky se comprometió con Bolivia y, de acuerdo con el cónsul, cargó
su barco con armas, municiones y medicamentos y se los llevó al aislado
comisionado boliviano. Su gesto fue bien correspondido y asi, con su
rebautizado barco Jris, comenzó su vida de
marino de guerra. Nunca pidió el pago de lo entregado y se dedicó al
transporte de tropas en la región. Alli nació
la marina de guerra de Bolivia.Esta etapa aventurera ha sido contada por él
mismo con lujo de detalles e ilustrada con fotografías
únicas^ en su notable libro llamado Campaña
del Acre, la lancha iris, aventuras
y peregrinaciones, publicado en 1904 en La Paz.Fue capturado, casi
asesinado, sufrió heridas, relevó regiones desconocidas, y posiblemente
alli realizó su juvenil sueño de aventuras. En
1902, tras la firma de la paz por la cual
Bolivia perdió la región completa, Posnansky regresó a
Hamburgo para reparar su nave
habia sido hundida y tenia infinidad de
agujeros de bala y colocarle un cañón y ametralladoras. Continuó, a su
regreso, con sus aventuras en la zona', su
barco fue capturado por Brasil y debió huir en un navio alemán. En 1903
regresó a Alemania nuevamente mientras el gobierno de Bolivia vendía
su único barco armado, el iris, a Brasil.
Posnansky regresó indignado dispuesto a reclamar el pago de su lancha. Alli
comenzó una larga lucha con el gobierno para poder obtener el pago, y
Posnansky publicó su libro contando la historia de lo sucedido. Finalmente
el gobierno le pagó una indemnización, y Posnansky decidió quedarse en La
Paz, donde se instaló a vivir en 1904. Ahora era «héroede
guerra», y más tarde fue bautizado «benemérito de la Patria». Sus fotos lo
muestran siempre con galones militares, una espada en una mano y el sextante
en la otra. A los 31 años culminaba
triunfalmente una etapa de su vida y comenzaba otra muy diferente: la de la
arqueologia en
Tiahuanaco.El primer trabajo que publicó en ese ano critico fue una
mezcla curiosa de sus intereses: viaje, exploración, arqueologia y náutica,
con el nombre de Un viaje en e!
lago Titicaca a bordo de la
L.N. Carmen (álbum
descriptivo), donde con buenas fotos muestra
el lago en esos años tempranos del siglo. A esos mismos lugares volverla
año tras año para hacer sus observaciones y muy discutidos estudios. Serian
42 años de su vida dedicados al lago y sus
alrededores. El circulo se cerraba alrededor de Tiahuanaco.
Bolivia y
Tiahuanaco: la construccion de una teoria eterna
Al instalarse en
La Paz. Posnansky inició de inmediato visitas
sistemáticas a las ruinas del lago. Tiahuanaco
lo asombraba no sólo como aventurero sino también como ingeniero: ¿de dónde
hablan traído
esas enormes, monumentales piedras, que pesaban varias toneladas?:
¿cómo las tallaron, en qué transporte las movieron, quiénes lo hicieron y
cuándo? Eran grandes preguntas que la ciencia hasta ese momento no
habia podido contestar; era un desafío
mayúsculo que si lo vemos desde una personalidad como la de Posnansky,
resultaba indeclinable. Yde allí
surgió su primer artículo titulado Petrografía
de Tiahuanaco. donde planteó varias de sus hipótesis iniciales. Básicamente
pensaba que la única forma en que pudieron haber trabajado la piedra era con
grandes moldes en los que se vertía lava
natural, identificó sus materiales y describió
el conjunto. Este primer trabajo de 1904 recibió una furiosa critica por
parte de Max Uhie, ya un prestigioso
americanista, que lo acusaba de plagio. En realidad
alli comenzó una larga lucha que llegaría
hasta la muerte de Posnansky y que representa bien el habitual
enfrentamiento entre el mundo académico
internacional y los amateurs.
Uhie acusaba al autor de haber usado su propia
identificación de los materiales y le reprochaba la falta de citas
adecuadas. Es verdad que Posnansky nunca hizo una cita ni dio un crédito
adecuadamente: siempre lo hizo de memoria, habitualmente mal o con datos
erróneos. Nunca citó a los investigadores anteriores,
que como Uhie había publicado una obra
monumental junto con Alfonso Stübel sobre
Tiahuanaco.1 Y cuando los citó fue únicamente
para destacar sus errores o establecer que sólo
habian estado en el sitio pocos días.
Quedaba claro que con él se iniciaba una nueva época en la arqueología
de la región: el se consideraba un verdadero científico
que permanecía largas temporadas observando
cada detalle. Y eso fue lo que hizo, ya que al parecer la nota de
Uhie le dolió más de lo que aparentemente
demostró. obligándolo a hacer profundos estudios antes de volver a publicar.
Demoró casi cuatro años en retomar a la palestra. Entre 1908. en que
presentó un nuevo articulo en Santiago de Chile,
y 1911. cuando viajó a Alemania para graduarse de antropólogo,
publicó una serie de trabajos y desarrolló una actividad inusitada en el
medio más aún para un extranjero que le permitió llegar a ser secretario de
la Sociedad Geográfica, única institución
nacional que se preocupaba por esos temas. Es imposible,
a partir de aqui, citar cada publicación del
autor, pero en 1910 se editaron 3 libros, 1
álbum de fotos. 7 artículos,
y de uno de estos últimos hubo al menos 4
ediciones seguidas. Como ya dije, Posnansky
acostumbraba a reeditar sus trabajos una y otra vez. Normalmente hacia una
primera edición en una revista y luego repetía
el mismo texto con tapa especial en forma de pequeño libro, lo que hace a
veces difícil contabilizar sus trabajos.
Muchos de ellos fueron editados en pequeño formato y a muy bajo costo todo
lo pagaba él mismo y son ya inhallables. Y para peor, él mismo se citaba
mal, haciendo que sus propios biógrafos cometieran errores incontables. Pero
Posnansky pudo conformar su gran teoría con
sus libros titulados Tihuanacu e islas de! So!,
y de !a Luna (Titicaca y Koati), breves
descripciones y notas," que estaba acompañado
por un álbum de excelentes fotografías y su
Tihuanacu y ia civilización
prehistórica en el altiplano andino'
y otros textos con títulos similares. La idea
central de Posnansky era que la historia de las ruinas estaba unida a una
serie de fenómenos o cataclismos geológicos de gran magnitud, que tuvieron
lugar en épocas relativamente recientes. Estos explican las causas del
poblamiento y despoblamiento del lugar. La
historia es, más o menos, como sigue: una población autóctona americana, una
región de clima semitropical más baja y con
excelentes condiciones para la vida, un enorme lago con un nivel mayor que
el actual y que cubría asi gran parte del
altiplano llegando exactamente hasta los limites de la ciudad que él
rebautizó Tihuanacu. En sus primeros trabajos veia
una secuencia de dos épocas interrumpidas por
una inundación, siendo la más antigua la más simple y en cuyo transcurso el
indio inculto sólo había hecho lo más burdo de
las obras. Luego fue definiendo la existencia de otros periodos y ya en 1910"1
definió cinco etapas: la primigenia del indio autóctono, una segunda con un
invasor más inteligente y la otra raza superior, una tercera que llamó «de
lapiedra polígona
o engastada», una cuarta de «pircas y adobes» y la Inca o final. Los Incas a
su criterio habían usurpado una arquitectura
que no les pertenecía, anterior, a la que
simplemente le agregaron muros burdos en la parte superior. Desde el punto
de vista geológico definió que el altiplano
había estado en las primeras etapas a una
altura mucho menor, lo que permitía un clima y
condiciones de vida mejores: la cordillera aún no
habia emergido y el lago tenia casi 40 metros más de alto. Describió en
sus trabajos cada edificio, tomó buenas fotos y levantó un plano
topográfico, el primero hecho con instrumental óptico. Tomó medidas, comparó
sus resultados, visitó cada rincón del lugar y de los otros cercanos a él.
Su plano de 1904 todavía es utilizado pese a
las enormes diferencias de criterio que hoy prevalecen sobre el lugar. Para
comprobar su teoría hizo análisis químicos del
agua del Titicaca. recogió fósiles que envió a museos de todo el mundo,
incluyendo una balsa de totora que mandó al Museo de Berlín.
Es decir, aplicó todos sus conocimientos técnicos para entender lo que tenia
en sus manos', replanteó sus exóticas ideas
anteriores y llegó a la conclusión de que las balsas si
podian haber transportado los grandes bloques
de piedra por el lago, dejando de lado su idea anterior de los moldes de
lava. Un resumen de todo esto se publicó bajo el titulo de £1
clima del altiplano
y la extensión de! lago Titicaca con relación a Tihuanacu en épocas
prehistóricas, de ese mismo año. Pero faltábalo
más importante: darle un marco cronológico a esta secuencia de eventos. Para
ello tuvo otra idea que con los años llegarla
a ser tal vez la más polémica de todas: el
Kalasasaya, el edificio más importante del sitio, tenia un ligero error
en su orientación, lo cual no podia ser
atribuido a una simple equivocación. Los
tiahuanacotas, según él, no cometian
errores dado sus elevados conocimientos, y era lo más probable que tal cosa
se debiera a cambios en la eclíptica y no a
problemas técnicos o de cualquier otro tipo. Un estudio minucioso y cálculos
trigonométricos complicados le permitieron encontrar el punto de
intersección de la orientación del edificio con la curva del cambio de la
eclíptica a través del tiempo. La intersección
entre ambas le daba la fecha exacta de construcción: unos 10.000 años atrás.
El resultado de esta construcción teórica,
monumental pero con pies de barro, mostraba asi un aspecto inusitado del
problema: la existencia de dos grupos humanos, dos razas diferentes, los
Collas y los Aruwakos, con sus dos cultos, sus
dos niveles de inteligencia, sus costumbres y sus técnicas. Unos originales,
más simples, «nacidos para ser dominados», los otros más inteligentes y que
llevarían adelante la gran obra inmortal. Las
dos primeras épocas representan el predominio de estos pueblos que, incluso
hoy, viven en la región, y sobre los cuales escribiría
docenas de estudios tratando de probar sus ideas. Asi comenzó a mezclar
razas con poblamiento. lenguas con inteligencia, habitantes actuales con
antiguos. Esto fue justamente lo que, medio siglo más tarde, más atacaron
sus adversarios. Pero lo que importa es mostrar que para 1911 sus teorías
«cerraban», estaban completas y armadas. Posnansky hasta se permitió atacar
duramente al conocido y prestigioso geógrafo Lorenzo
Sundt que acababa de publicar un estudio sobre
el lago Titicaca. Posnansky lo agredió en forma tremenda, con ese carácter
imposible que tenia, aunque Sundt no estaba tan lejos de algunas de las
ideas de su contrincante. Lo que éste no aceptaba,
y tenia razón, era la extrema modernidad que le daba Posnansky a la
elevación de la cordillera: tan pocos años que resultaba posterior a la
construcción de Tiahuanaco. Sundt le contestó
rápidamente, lo que provocó una nueva nota crítica de
Posnansky'-'donde insiste con sus ideas, que
considera ya «demostradas».Esta actitud de no considerar ninguna idea
alternativa, por insignificante que fuera, caracterizó toda la vida de
Posnansky: concebíalas ideas como monolitos intocables y las hipótesis como
hechos demostrados. Y cuando cambiaba de idea, cosa que hacía,
por cierto, lo hacía porque él mismo descubría el error. Coraje no le
faltaba.El final de este período inicial se cerró con dos libros publicados
en 1912, coincidentes con su salida del país: la famosa Guía
general ilustrada para la investigación de ¡os
monumentos prehistóricos de Tihuanacu e islas
del Sol y de ¡aLuna;
breves apuntes sobre Íos
Chullpas, Unís -
escritura antigua de ¡os aborígenes del Altiplano
andino,12 seguido de su Signo
escalonado, editado en Londres en el Congreso de Americanistas de ese
mismo año." Con esto se cerraba un ciclo en su
obra; pero quedaba ciertamente un aspecto que
hay que tener en cuenta más allá de sus ideas--
que es la capacidad de trabajo y la variedad de recursos con que contaba:
las fotografías son excelentes; las del Album son de tanta calidad
como las que poco antes tomara Teobert
Maler en Guatemala y México. Gran calidad
tienen sus levantamientos topográficos, sus minuciosas observaciones
trigonométricas, astronómicas y geológicas. Se preocupó por indicar la forma
como los bloques pudieron ser movidos, la manera en que se hizo y con qué
tipo de palancas, la diferencias en las herramientas para tallar los tipos
diversos de piedras y levantó planos hasta de pequeños
detalles. Por supuesto todo estaba teñido de su propia visión, y cuando los
datos no alcanzaban recurría a la fantasía: lo que era inamovible era la
estructura básica, el esquema cronológico secuencia!,
las razas responsables y la contemporaneidad de los cataclismos geológicos
con el hombre. Para 1912 ya había llegado a la
conclusión de que Tiahuanaco era el punto inicial de la alta cultura
americana, que de allí se dispersó hacia todo el continente y que ios
constructores del lugar dejaron en la piedra sus mitos, sus conocimientos y
sus «ideografías» o signos que permitían comprender su pensamiento. Era
«casi» un sistema de escritura altamente simbólico.Así, este original
austríaco, llegado en los finales de 1903 a La Paz conduciendo el primer
automóvil que viera Bolivia, inició el año
siguiente dándose a conocer en la sociedad de la ciudad con su libro sobre
la lancha Iris. Acostumbraba pasear su elegancia germánica y su
rubiacabelleraconel uniforme blanco de
Benemérito de la Patria, involucrándose con un mundo que, seguramente, era
sólo una aventura más. Pero ésta era la definitiva, la más grande de su
vida. Creo que es posible decir que la edificación de su teoría sobre
Tiahuanaco y el hecho de haber dedicado 40 años de su vida a defenderla, fue
su más importante gesta. Nunca lo entendieron así ni Max
[Jhie, ni Eduard
Seler, ni Lorenzo Sundt, ni José
Imbelloni, sus más grandes polemistas. Estos
eminentes opositores peleaban desde trincheras diferentes, desde el mundo
académico, desde el lugar donde se cometen errores, se los rectifica con
ganas o no, se citan los aportes de otros, se discute con cierto nivel, con
más o menos li bertad o posiciones de poder,
pero en donde la polémica es parte del trabajo cotidiano.
Doctorado en
antropologia en Berlin :Apoteosis polemica (1911-1914)
La vida de
Posnansky siempre estuvo estrechamente unida con Alemania, no sólo por el
idioma, sino por fuertes afinidades
culturales. Posnansky había nacido en Viena,
en ese entonces capital del Imperio Austro-Húngaro, y su padre Charles había
viajado a México como miembro del ejército invasor de Maximiliano de
Austria. A su regreso, Charles había fundado un laboratorio de química en
Viena que rápidamente tuvo sucursales en Berlín y Colonia. En todos sus
escritos citó casi únicamente autores germanos y por lo general sólo aceptó
como buenos los instrumentos o técnicas allí desarrollados. Para la mayoría
de sus contemporáneos fue alemán, cosa que tampoco se molestó en desmentir,
a lo que se sumó que a partir de 1904 comenzó a editar en Alemania y en
alemán. En 1911 salió de Bolivia para participar en el Congreso
Internacional de Americanistas como delegado oficial14
y luego se instaló en Berlín hasta el inicio de la Primera Guerra, cuando
regresó a América. En esos tres años estudió con Félix
von Luchan y Rudolf
Virchow, y publicó algunos de sus trabajos más
importantes y conocidos. También sostuvo su polémica más agria con Max
Uhie. Aprovechó el viaje para entregar varias
colecciones arqueológicas a los museos de Munich,
Goteborg, al Museo del Hombre de París e incluso al
Bernardino Rivadavia
de Buenos Aires. Estas piezas habían sido
recolectadas por él mismo y una parte era de la colección Rocha que había
comprado en 1904. Al Museo de Etnología le entregó una balsa de totora de
cinco metros de largo. Asimismo, al Museo de Historia Natural de Berlín le
entregó sus especímenes animales y minerales; también allí se hizo miembro
del Instituto de Antropología y de la Sociedad Geográfica.Sus publicaciones
pueden dividirse en los articules y los
libros. Los primeros son cuatro; el que reseñaré al final
es el que dedicó a su polémica con Uhie. que
fue editado en alemán y en español. Recordemos que sólo
en estaestadia
Posnansky tuvo contacto con verdaderas editoriales, ya que en
Bolivia no existian.
Eran imprentas donde él mismo debía hacer el
trabajo de edición y pagar los costos. Salvo por la Sociedad Geográfica,
tampoco habia revistas culturales para este
tipo de trabajos. Pero regresando a sus artículos,
quiero describir su Die
Alterturmer ron
Tihuanacu, donde reseñaba sus ideas principales, publicado en los
Zeltschrift fur
Ethnologie', estrenaba el número 1 y
seguidamente en el número 2 incluyó su
Praehistoriche ¡deenschríften
in Sudamerika."
En este último articulo explicaba el sistema ideográfico
que habia existido en Tiahuanaco y entablaba
una polémica con su profesor Virschow sobre
las formas de los cráneos y sus deformaciones, utilizando como ejemplos
varias vasijas con rostros en relieve. El tercer articulo difundía
un invento suyo, un aparato que per-mitia que
en las fotografías salieran las medidas de los cráneos. Era un sistema
ingenioso, en una época en que los estudios craneales eran
toda-via muy importantes. Pero la perla del
año fue su £ine
faische Krítik Max
ühJe's con un anexo sobre
Stübel. Vale la pena ver qué fue lo que
Uhie habia escrito sobre don Arturo. En
realidad, Max Uhie, en su nota de 1912
publicada en la Revista de ia Sociedad Chilena
de Historia y Geografía,"'
centraba sus criticas en dos temas: primero la falta de referencias a obras
anteriores, en especial a la suya y la de Stübel. Insiste en que él mismo
tiene tanto material como Posnansky aunque nunca lo publicó y que éste nada
nuevo aporta al tema: que le plagió las
referencias a los materiales geológicos y que
usó las excavaciones de Courty de 1903 sin
darle los créditos adecuados. Escribió tajantemente que «si alguien ha
contribuido fuera de Tiahuanaco al conocimiento del periodo
aque aquellas ruinas pertenecen, creo que ha
sido yo». Asimismo, asume que él fue quien dio la idea de que esas ruinas
eran parte de «un periodo peruano general» y que hubo por lo menos dos
culturas anteriores en el tiempo', de
alli que la cronología
no podia ser más antigua que unos 1400 años
desde el presente. Por cierto que tenia razón don Max. Luego le enrostra el
fechamiento por una orientación, supuestamente
resultado del tiempo y no de errores de construcción y que el nivel de lago
hubiera cambiado tanto. Sin entrar en muchos detalles, le critica la
división en sólo dos etapas y él mismo da datos que permiten vislumbrar un
tercer estilo asociado a monumentos de afuera de Tiahuanaco. Sabiamente
terminaba diciendo que «hay que esperar la solución de tales problemas en
tiempos futuros». Obviamente, don Arturo no hizo esperar su respuesta que se
publicó en dos idiomas, hac
iendo extensiva la polémica al viejo Stübel.
Trata al articulo de «pasquín» y dice que
«está inspirado por el odio y la envidia» de alguien que niega a los demás
la posibilidad de investigar con independencia de él. Y centró su primer
ataque en el hecho de que él hace 10 años que
estabaenel sitio, quehizo los
planosy triangulaciones por su propia mano y
que tiene en La Paz su propio laboratorio y museo, mientras que
Uhie sólo había
estado en Tiahuanaco dos
dias, dos años después de haber hecho su obra.
Después arremete con el tema de lo tiahuanacota
en Perú o lo peruano en Tiahuanaco y a la atribución de
Uhie de la construcción de las ruinas a los
aymará. El, en cambio, se la atribuye a los
urus, y que éstos «son hechos y no gratuitas
afirmaciones». Ambos pecaban de los mismo. Asimismo. aseguraba que la fecha
de 10.600 años «no es un cálculo sacado por mi en el aire, sino que está
basado en observaciones científicas». Y era
verdad, las observaciones eran correctas: lo equivocado era la suposición
sobre la que se basaban. Porque al final, si
Posnansky hubiera aceptado lo que sus propios datos daban, es decir que
la curva del movimiento de la eclíptica
se cortaba no únicamente para el 10.600 sino también para el siglo
vn d.C., ambos
hubieran estado muy cerca de la verdad. Pero don Arturo arremetió con todo y
hasta lo acusó de ladrón y traficante, ya que en su viaje al Titicaca había
comprado antigüedades para el Museo de Berlín. Todo se transformó en una
pelea de bajo tono, en la que acusó a Unle de
haber cortado una foto que él mismo le regalara para presentarla como suya
propia. Al final terminó diciendo que «deseo que
Uhie evoque a Huirajocha y al Todopoderoso
Pachamama, para que le sane su furia y su envidia». Al año
siguiente se editarían en Berlín dos obras
centrales en la bibliografía de Posnansky: su
pequeño Das Trappenzeichen
in dea
Amenkanisclien Ideographien. mit
besonderer Rucksicht
anf Tihuanacu''
en edición lujosa y bilingüe a dos columnas. Fue el primero de tres tomos
que nunca se completó como colección y cuyo titulo de serie fue
Tbesawus ¡diographiai-um
Amerícanarum. Se trataba de analizar el
signo escalonado, que don Arturo consideraba como el más importante de los
ideogramas
tiahuanacotas, su difusión primitiva por todo el continente y base en la
escritura aymará. Este símbolo de cielo y
tierra era extrapolado hacia construcciones como la Puerta del Sol,
las terrazas escalonadas, las plataformas
arquitectónicas y hasta las placas de bronce del noroeste argentino. Es
decir que toda la arqueología americana se podía
explicar a través de este símbolo básico y
algunos conexos. Pero pocos meses más tarde se editó la que fue por muchos
años su obra de mayor aliento, la gran Eme
Praeshistoríche
Metropole in Sudamerika en edición
bilingüe y del mismo editor.'" Esta vez era un
enorme volumen bien ilustrado, con planos y dibujos por cientos, donde
Posnansky completaba con lujo de detalles sus teorías. El
texto comenzaba con consideraciones
paleoantropológicas de tipo general sobre su idea de! desarrollo de la
humanidad: luego pasaba a una historia geológica, de cambios climáticos,
de transformaciones y elevación del lago. Incluyó aquí
todas sus observaciones en la zona de tipo químico, geológico,
botánico, zoológico, etc.
Luegoexplicó su
periodifícación en cinco etapas, los rasgos estético-arquitectónicos de
cada una, los edificios más significativos y
otros detalles. También incluyó un largo
estudio sobre los tipos de cráneos que se encuentran en el sitio y sus
alrededores y las deformaciones y formas de trepanación conocidas. La
segunda parte es una historia de las ruinas, un estudio muy detallado de
cada sector, con fotos, planos y detalles bien dibujados, que culmina con la
Puerta del Sol. la obra máxima del sitio según su interpretación,
y parte compositiva del enorme calendario
solar que era el Kalasasaya. Completa el libro
un nuevo estudio del Signo Escalonado como parte de un sistema complejo de
ornamentos iconográficos y finalmente incluye
un estudio iconológico. Para quien no estaba
profundamente compenetrado con los avances en la arqueología
americana de esos años, el libro era monumental. escrito en un lenguaje
claro y ameno: se presentaba como un libro que cerraba el tema. Y asi fue
tomado por miles de personas en el mundo entero,
en especial en Bolivia, por muchísimos
años. Y romper esa tradición costó medio siglo de esfuerzos de la ciencia
internacional. El bravo don Arturo ganaba otra batalla. Veremos cómo terminó
la guerra. Pero la guerra real asomaba su cabeza en Europa y Posnansky
decidió regresar al altiplano y no comprometerse como marino, es difícil
saber qué hubiera pasado en ese caso. Pero lo importante es que hacia finales
de 1914 estaba nuevamente en La Paz mostrando su obra editada a todo lujo en
Europa. Pero en los cinco años que duró la guerra europea escribió muy poco
y editó sólo seis trabajos, varios de ellos en el viejo Boletín
de la Sociedad Geográfica. Ahora sin embargo
se notaba un cambio importante: se abría una
nueva rama en sus ya amplios temas: la antropología,
a la vez que retomaba su viejo trabajo de etnólogo. Tiahuanaco siguió como
siempre al frente de todo. y su obra E¡ gran
templo del sol en los
Andes fue editada incluso en francés en La Paz,19
junto con algunos otros articules que volvían
con el mismo argumento. En el campo etnológico publicó un primer estudio
sobre La lengua chipaya (Carandas.
Bol¡\'¡af11
que tuvo tres ediciones diferentes y seguidas. En él hacia un estudio
detallado de ese grupo marginal y casi desconocido, su lenguaje, sus
vestimentas, la vivienda y formas de organización social, e incluyó
detallados estudios antropométricos. todo lo cual le servia para echar agua
a su molino.
La arqueologia
del tercer mundo entre ruinas y racismo(1918-1932)
En el año 1914
regresó triunfante don Arturo a La Paz, donde la guerra era algo que existía,
pero muy, muy lejos. Pudo entonces, de inmediato, retomar sus temas
predilectos, más ahora que sus libros de Berlín
habian marcado un punto culminante de su
trabajo. Según él, había logrado lo que muy
pocos aventureros o exploradores de la época: explicar la historia de
Tiahuanaco, o mejor dicho, de toda América, en un construcción
perfecta y sin fisuras. Había
descubierto 10.000 años de historia humana, el lugar de origen de la vida
americana; y hasta había logrado traducir su
escritura. Qué más podía pedir de la vida. Ahora
debía dedicarse a defender celosamente su
fortaleza. Para ello llevó adelante una tarea que muy pocos en América
latina hicieron en estos años: publicó un
centenar de articules y libros, filmó películas,
llevó grupos de visitantes de todos los países,
organizó una misión alemana de astrónomo, participó en congresos
internacionales, construyó supropia
casa-museo, aumentó su colección,
creó nuevas polémicas, dibujó nuevos planos topográficos todavía
más detallados, hizo lo humanamente posible para proteger al sitio de los
constantes saqueos, construyó un templete moderno en la plaza del
Stadium de La Paz e hizo llevar allí
las mejores esculturas del sitio. Todos en
Bolivia, y los interesados y expertos del mundo entero, lo amaron, lo
odiaron o lo dejaron de lado; pero nadie pudo
desconocerlo. Entre 1918 y 1932 publicó 50 trabajos arqueo-antropológicos
diversos. Se inicia con El ekeko (alacita),
contribución ai folklore boliviano21,
cuyo contenido es interesante porque es un tipo de estudio'donde
no intentó desarrollar ideas particulares. Un estudio correcto, simple, sin
aspiraciones de ser más de lo que en realidad era. A partir de
alli escribió poco hasta 1921 cuando editó un
libro, en realidad una antología de artículos
bien ilustrados bajo el nombre de Templos y viviendas
prehispánicas.a Pero aquí
sí aprovechó los ejemplos de arquitectura para demostrar su hipótesis:
básicamente mostró que la arquitectura evolucionó en las etapas
tiahuanacotas de la cueva a la casa, pasando
por viviendas semisubterráneas. Ya antes había
identificado unas pequeñas tumbas de las ruinas como viviendas donde
la gente dormía
en cuclillas. Mostró como la arquitectura incaica era también
tiahuanacota y terminó
con la idea de la relación entre las razas, la
cultura y las formas de los cráneos. Cada vez se iba delineando más la idea
de asociar capacidad intelectual con volumen craneal, y razas con capacidad,
inteligencia, laboriosidad, bondad. El final de algunas de estas ideas está
comprendido en una serie de artículos en 1922
titulado ¿Quiénes eran tos incas?"
que incluso llegó a presentar en Rio de Janeiro. Allí criticó a todos los
cronistas y autores para mostrar que los incas eran sólo un mito
historiográfico y que en realidad,
según don Arturo, éstos se habían apropiado de la cultura de Tiahuanaco en
el Cusco para asumirla como propia. ¡Casi nada para decir ante el
mundo académico, sobre todo el peruano! En
1924 viajó nuevamente a Europa para participar en el Congreso Internacional
de Americanistas que se celebró en Goteborg;
de paso aprovechó para acercarse a Berlín y dar una conferencia en el
Observatorio Astronómico de
Postdam, dirigido por
Hans Luddendorf,24
insigne científico que estaba muy interesado
en la astronomía de los mayas. Años más tarde
lograrla que Luddendorf y un grupo de Postdam
viajara a La Paz para trabajar conjuntamente en las ruinas. Aprovechó para
presentar su sempiterno tema de la orientación del
Kalasasaya, la Puerta del Sol y la cuestión del calendario, incluyendo
nuevas triangulaciones de los edificios. También publicó en revistas y
antologías de La Haya, Londres,
Hamburgo y Frankfart.
En los años siguientes siguió viajando a congresos en Buenos Aires, Nueva
York, México, La Plata y enlodo lugar donde
hubiera un evento importante. Sus trabajos son redundantes hasta el
aburrimiento y los cambios no dejan de ser mínimos.
Esto llama un tanto la atención, pero me hace pensar en por qué
Posnansky nunca pudo romper con esa
rutina; un
buen ejemplo es el artiuloe
que se publico
en el Congreso Americanistade
Sevilla de 1935 titulado Las
ideografías del
coloso Tihuanacu,
en el cual contaba que había
terminado,
la-excavación
del Monolito Bennet,decubierto
por dicho arqueólogo norteamericano. Don
Aftarohabia terminado de excavar, limpiado la
parte posterior que nunca había sido vista ni
por su diescübridor,tahizo
parar, sacó ¡dibujos, fotos
/ moldes y maído
tesia" darlo a la ciudad de La Paz. Sólo la
presentación de esa información habría
sido más que suficiente, pero no pudo detenerse allí, tuvo que incluirla en
su cronología
milenaria.
Para terminarcon sus escritos
arqueológicos de este periodo debeanencionar
una serie dedicada a probar que antes de Colon
hubo otros contactos con América. Se valió
paraello-de
lasPerias Aggri.cuentas de vidrio
venecianas que encontré
usadas en collares y prendas que
identificó como prebispsnieas. Es decir, a
partir de que los objetos que tienen las
^cuentas son antiguos, la deducción de que
alguien áebié
traerlas se hacia obvia. De manera que sale a
buscar a quién cargarle las culpas. Lo mismo ocurre con sus trabajos sobre
los keros incaicos;
él supone que son preincaicos, típicamente
tiahuanacotas, y por eso aquéllos que tienen imágenes de tipos u objetos
europeos hoy sabemos que
sofldel siglo xvi-
podían ser evidencia de contactos precolombinos.
Siempre el mismo mecanismo de pensamiento que
lleva a construir; tautologías perfectas,
indiscutibles. El mismo escribió: «No es
necesario hallaresqueletos del hombre
terciario para afirmar categóricamente su existencia, pues basta con
establecer deducciones irrefutables».25 Pero
además de la cuestión arqueológica, don Arturo comenzó paulatinamente a
revisar otros temas. Escribió sobre los temas más dispares; desde los
descubrimientos de
Einstein hasta las últimas novedades en criminología. Y fue esto último
lo que lo fue llevando hacia toda una concepción racista del hombre sin
poder escapar de las corrientes similares que estaban empezando a circular
en otras partes del mundo. Lo notable es que
Posnansky nunca fue racista con el indio; por el contrario, siempre lo
defendió y entendió que su situación era
consecuencia de la pobreza y la explotación. Posnansky escribió en 1923 un
libro increíble titulado Impulsos
atávicos: el caso de Polonia
Méndez;2* con el subtitulo de «Consideraciones
antropológico-psiquiátricas referentes a un
crimen llamado pasional». Se trataba de un caso que había sacudido la
opinión pública paceña y don Arturo trató de demostrar que la joven Polonia
no actué con premeditación sino que lo que la movió al asesinato
fue un «impulso atávico», una
degeneración racial hereditaria contra la cual no
podia luchar. Describe en el rostro de la joven y su complexión física
la presencia de los rasgos de la «raza inferior», en realidad, una raza
degenerada por «reflejadas y depravadas
costumbres» que generaron «hijos neuropáticos».
En particular, el largo del brazo en relación con el cuerpo era síntoma
indudable de esta degeneración. Por supuesto no todos los que teman esos
rasgos eran criminales ni viceversa, pero era más probable que incurrieran
en ello ya que «no podían evitar el llamado de
la sangre»', «inconscientemente llevaban el
fatal germen engendrado por los placeres de sus antecesores». Eran signos no
discutibles de esto el cerebro pequeño (por falta de trabajo intelectual),
la forma de las orejas, el cuarto molar, la quijada colgante y el tamaño de
la frente. A estas personas «sólo les es suficiente que en los momentos de
la concepción estén bajo el pasajero uso del alcohol, para que se altere su
sangre», y esta suma de degeneración racial y relajamiento moral producía
casos como el de Polonia. Los responsables no eran los protagonistas, era el
medio social que no educaba a cada grupo por separado. Asi en este trabajo
cierra ideas que habían surgido mucho antes:
«todo lo somático en la hembra, como hemos dicho,
es más infantil, más fino, en suma más idealizado y
iastnot least, más primitivo»',
y sigue: «concretamente en su intelecto es sumamente inferior al hombre».
Cuanto más antigua era una raza, es decir, cuanto más cerca estaba del
hombre primitivo, «más propensa estaba a regresar a esas formas de vida
salvaje». Pero no creamos que Posnansky
hablaba de esto sólo en tiempo presente: don Arturo lo lleva hacia atrás y
muestra cómo estos rasgos se pueden ver entre los pueblos
prehispánicos, y para ello es perfecto el tipo
de cerámicas pornográficas de la costa peruana. Estos
huacos mostrarían
un culto al sexo. una «constitución neuro-psicopática»
junto con «anomalías patológicas en el
funcionamiento cerebral». E igual que antes, quería
mostrar que esa degeneración cul-tural-psicológica
tenia una explicación racial: que los cráneos hallados en excavaciones en
esos sitios mostraban conformaciones diferentes,
con rasgos degenerados por su primitivismo: su criterio,
las causas de su conducta siempre están predeterminadas por la composición
genética y somática. Este periodo termina con trabajos como la publicación
del manuscrito de fray Bartolomé de Mora, con prólogo de
AlfredMetraux en 1931y
y otros artículos más sobre los mismos temas.
Pero en este tiempo se desató otra gran polémica que no podemos dejar de
citar: la que mantuvo con José Imbelloni.
quien en 1926 publicó su primera Esfinge
indiana2" en Buenos Aires, libro en gran
medida dedicado a discutirle a Posnansky todas y cada una de sus ideas. A su
vez. ambos publicaron en periódicos de sus respectivas ciudades articules
y contra-articulos de diversos
grados de grosería.
Si bien esta pelea ya ha perdido actualidad, vale la pena revisarla para
entender la personalidad con la que estamos tratando. Por cierto, ninguno de
los dos salía muy bien parado en este
enfrentamiento, y muchas de las cosas que
ambos se dijeron no eran precisamente mentiras. Cabria dedicarle unas lineas
a la Misión Astronómica Alemana que viajó a
Tiahuanaco por iniciativa de Posnansky. Estaba constituida por el
director del Observatorio de Postdam,
Hans Luddendorf,
los astrónomos Amoid
Kohiachutier y Rolf Muller y
Friederich Pecker
de la Specula Vaticana de Roma. Permanecieron
varios meses algunos, y Muller un par de años
(entre 1928 y 1930) haciendo observaciones
astronómicas y en parte trabajando en las ruinas y otros sitios
cercanos.M Muller publicó algo sobre el tema,
lo que don Arturo presentó en Nueva York y en algunas publicaciones. Hay un
último acto por parte de Posnansky que se puede incluir en este periodo: la
construcción del Palacio
Tihuanacu en La Paz, como su propia vivienda y
museo. Esto le insumió grandes esfuerzos, y cuando la terminó pasó a ser
propiedad del estado: alli continúan aún hoy
el Museo Nacional y el Instituto de Antropología.
Se trataba por entonces de un gigantesco edificio en cuya fachada y
decoración interior se usaban elementos decorativos prehispánicos en general
y tiahuanacotas en particular. Es una obra muy
notable que se inserta en todo el proceso de la arquitectura
neoprehispánica en América latina,"
y que tuvo gran influencia en la Argentina en la obra de Héctor
Greslebin, y en Perú en el antiguo Museo
Nacional. El llamado Palacio fue construido por él en 1916 y en 1919 fue
alquilado por el gobierno para sede del Museo Nacional. Indudablemente fue
el edificio más característico
de la ciudad, aun lo
es hoy. y muestra no sólo
la disponibilidad de dinero de don Arturo,
sino también el papel que jugaba en la sociedad de
la época.
-El
patriarca incomprendido y la sociologia del racismo
El
inicio de la guerra del Chaco cercenó abruptamente todos los proyectos
de Posnansky. La loca y absurda guerra contra el
Paraguaycausó unaparálisiscultural en
todos sus aspectos, también sus hijos tuvieron que ir al frente de batalla.
Los tres siguientes anos fueron de una inactividad casi total en la
arqueología, aunque Posnansky continuó escribiendo sobre otros temas que
luego analizaremos, aunque todos fueron teóricos o políticos, sin trabajo de
campo de por medio. Unicamente aprovechó el tiempo para completar el nuevo
plano trigonométrico de Tiahuanaco. Esta vez
resultó aún más amplio y con curvas de nivel en cada edificio, en un trabajo
magnífico y muy poco común en esa época en América
latina. Asimismo, aproveché para invitara dos arqueólogos argentinos
jóvenes a excavaren las ruinas. Fueron éstos Eduardo
Casanova y Martín
Doello Jurado, quienes hicieron varias
excavaciones en 1933 que luego fueron publicadas;3'
e incluso llevaron a Buenos Aires una buena colección y una reproducción de
la Puerta del Sol. El resultado fue importante y ellos mismos escribieron:
«creemos, pues, que ha llegado el momento de abandonar las interpretaciones
teóricas y dedicarse con intensidad a excavar sistemáticamente a gran
escala».Asimismo inició la construcción del Templo
Semisubterráneo en La Paz, frente al Stadium.
a donde llevó gran cantidad de esculturas de las ruinas, entre ellas el
monolito Bennet. Esta obra fue completada en
193 7 y pese a los obvios errores que tiene, le
dio a Tiahuanaco una enorme difusión al tiempo que ayudó a crear conciencia
entre los mismos bolivianos sobre la
importancia de preservar el sitio. Coincidía con un momento histórico
peculiar de marcado nacionalismo político. La Plaza del Hombre Americano
todavía sigue siendo un símbolo de la nacionalidad y del orgullo bolivianos.
Fue sólo a partir de 1937 cuando Posnansky retomó con nuevos bríos sus
publicaciones sobre arqueología y esto duró hasta su viaje en 1943 a Estados
Unidos, tras la muerte de su hijo Raúl en un alud en la montaña. Permaneció
en Estados Unidos hasta el fínalde
laguerra mundial.
RegresóaLa Pazy falleció en 1946. En esos
diez años publicó 40 trabajos diversos y varios de ellos en doble y triple
edición, como en sus años mozos. En el área arqueológica
siguió con Tiahuanaco y el tema de
su orientación astronómica, los signos de
proto-escritura y sus viejos caballos de
batalla. Organizó con la visita del presidente de la República un acto
solemne durante la salida del sol del año nuevo de 1943. Allí,
con una gran cantidad de público, se llevó a cabo un acto masivo que
remarcaba las concepciones raciales y nacionalistas a ultranza que sus ideas
estaban preconizando. El tema del autoctonismo
era un problema de credo, de mito básico de la nacionalidad y cuyo uso
político estaba viviendo un auge. A punto tal que don Arturo declaró que
«Tihuanacu ya no constituye un enigma. Sabemos
quiénes la construyeron, cuál era su religión, para qué sirvió, cuándo fue
edificada y cómo sucumbió»."
Un hombre de 70 años que le anunciaba al mundo que el tema quedaba cerrado.
En estos años publicó textos coloniales como el vocabulario de
Bertonio, la obra de Manuel Fernández
Sapahaqui y, en una edición importante, a Guarnan
Poma de Ayala.M Este trabajo salió por partes
en el Boletín de la Sociedad Geográfica
y luego fue reeditado en conjunto en una publicación enorme, durante mucho
tiempo la más completa y accesible de América latina. Fue realmente un
trabajo loable e importante. En 1943 y 1944 volvió a ser presidente de la
Sociedad.Esta segunda mitad de su vida fue pródiga en publicaciones
etnológicas-antropológicas-raciales. En 1937
salió a la calle el libro que sintetizaba todas sus ideas básicas titulado
Antropología y sociología de las
razas interandinas y de las regiones adyacentes, que se reeditó al año
siguiente. Era un volumen de 155 páginas bien
ilustrado que compilaba la información que había
recabado a lo largo de muchos años. El centro del tema era la comprobación
de la existencia de dos razas, los collas y los
aruwakes, siendo estos últimos la «raza primordial de América». De esa
manera va juntando datos, o tergiversándolos, hasta mostrar cómo
la lucha entre ambos pueblos forma la historia americana, cómo cada uno de
estos pueblos tiene rasgos somáticos propios que son aún hoy fáciles de
reconocer y que a cada'uno le corresponden
características
psico-culturales propias. Es asi como las lenguas, razas, culturas,
vestimentas y demás sirven para mostrar de qué forma los collas dominaron a
los aruwakes y cómo Tiahuanaco fue la mejor
expresión de esa etapa de la historia. Amplios estudios
craneométricos apoyan sus disquisiciones.
Estas ideas crecían cada vez más: los collas
eran el «fíerrenvolk», mientras que los
aruwakes eran los «Herdenvolk». Era este un
pueblo «que cuando no tenia un Fuhrerde
estirpe kolla caía
nuevamente en la barbarie».^ De allí
que los dominados crearan «trabajo inútil» para poder sojuzgarlos y no
darles tiempo a que regresaran a su estado original. Y asi llegó linealmente
a pensar que se debían impartir educaciones
diferenciales a las distintas razas en una especie de sociedad de castas
donde cada uno ocupa desde su nacimiento un lugar fijo y permanente. En
estos términos publicó varios articules sobre
estos dos tipos fundamentales de América,ngton,
en México y en Lima. Fue precisamente se editó en México el que provocó
fuertes iones promovidas por personalidades
como ornas y Herbert
Passim,'"1 quienes criticaron ¿as, en especial
la necesidad de educaciones nciadas: eso «debe
ser refutado con indigna-or antropólogos y
psicólogos» de todo el muno
esta reacción causó una serie de notas de sus
partidarios de Bolivia, muy rápidamente,'7
algunas repitiendo los argumentos impuestos por el maestro en cuanto a la
forma de pensar: escribían que sobre Bolivia
«estaban equivocados porque nunca hablan
estado allí». Lo mismo que don Arturo venia
diciendo de Uhie desde hacia casi medio siglo.
Pero de todas formas hay algo que debemos tener en claro en esta postura
racista de Posnansky. Nunca fue
discriminatorio del indígena en forma masiva;
por el contrario creia que «la coca y más
tarde el alcohol, han sido y son los principales factores de la decadencia y
la desgracia de esta gente», y que ambos elementos hablan
sido o introducidos o masificado en su consumo
por los españoles «con propósitos y miras de explotación del indio». Sin
embargo dice: «el indio y el cholo, aunque tuvieron provecho en hablar la
verdad, no lo hacen,prefiriendo la mentira que les es innata, la hemoglobina
de su sangre parece estar compuesta y aliada con ella»:
en realidad el problema era supuestamente que aún «no han
mendeliado hacia el blanco».1"
Y esto viene de quien criticaba a los nazis de su tierra,
de quien se refugió en Estados Unidos durante la guerra y de quien acusaba a
Hitler y su grupo de favorecer una supuesta
raza aria que para él era una «raza mixta con elementos inferiores desde su
propio origen». El final de esta larga historia se condensa en su obra más
importante y definitiva: los monumentales cuatro volúmenes, en edición
bilingüe inglés-español, titulados
Tihuanacu, cuna del
hombre americano,"' cuyos dos últimos tomos se
editaron después de su muerte como un homenaje a su vida y obra. En ellos se
resume todo lo que escribió, pensó e hizo en 40 años de trabajo: arqueología,
teorias astronómicas, etnología,
craneometria, iconografía
y sus nuevos planos de las ruinas. Se cerraba asi, definitivamente, toda una
época en la que se iba no sólo una forma de hacer ciencia, sino una forma de
ser y enfrentar al mundo: como una gran aventura.
El otro Posnanky
ingeniero y filosofo y economista del subdesarrolo
Al margen de todo el trabajo desarrollado por don
Arturo en los temas que ya hemos discutido,
existe otro aspecto de su vida que he dejado de lado hasta ahora.Escribió
sobre política, cuestiones de limites,
acerca de la guerra, sobre la relatividad de
Einstein, hizo obras como ingeniero y
participó en incontables actividades sociales y culturales. Fue, por cierto,
un verdadero motor de la cultura en La Paz. Hacer una lista de las
institucionesa las cuales perteneció, como
industrial minero, o como historiador, seria
trabajoso.Fue director del Museo Nacional y del Instituto Criminológico,
recibió premios y medallas del pais y del
exterior, creó revistas, organizó todo tipo de actividades científicas,
culturales y sociales. En sus últimos años. junto con su hijo. insistió en
la plantación industrial de laquinoa, y en
1945, a los 72 años, diseñó y patentó en Estados Unidos una máquina para
facilitar la producción en gran escala de ese producto. Su trabajo en estas
áreas se inició en 1911 con un estudio sobre la construcción de un nuevo
ferrocarril entre Sucre y La Paz con motores
autogeneradores y con gas.
Más adelante se ocupó en la alcaldía municipal
de estudiar el problema del abastecimiento de agua a la ciudad, difunde a
Einstein en 1923. publica
en Europa cortas notas sobre las posibilidadesy
bellezas de Bolivia, escribe en 1925 el guión
de una peí icula
en alemán y en español sobre Tiahuanaco,41
recorre el desaguadero de un pequeño barco de
dos cuerpos diseñado especialmente por él para poder pasar aguas tan poco
profundas, y filma la aventura y escribe tres
trabajos productos de ese viaje.42 Propone más
tarde canalizar el rio y lograr asi
la salida al mar.Se preocupa por
la exterminación de la vicuña, la posibilidad
de que la guerra con el Chaco también se pudiera haber evitado,41
y los derechos que el país
tenia sobre esa zona; propone crear un gran parque nacional en las ruinas de
Tiahuanaco y alrededores, incluyendo una reserva natural. Insiste en la
construcción de represas hidroeléctricas entre países
limitrofes, escribe biografías y notas
necrológicas. Habría que citar aquí
la de Vicente Balivián, su amigo y compañero,
de quien intenta demostrar que laenorme
inteligenciaque poseía
le provenía de su gran cerebro, de dimensiones
llamativas.Por último quiero citar una vertiente de escritos que hacen a su
pensamiento poli-tico-económico para ver cómo fue variando con el tiempo. Se
inició con un libro titulado La hora fútu-ra,
de 1919. en el cual hace una revisión de la crisis por la que atraviesa la
humanidad después de la segunda guerra. Entiende él que el problema de la
miseria no se debe a una mala distribución de los
bienes y que no se pueden, según él, cambiar las cosas redistribuyendo
mejor. Era necesario construir un modelo de
sociedad diferente, que no fuera capitalista aunque tampoco al
estilo de «ese cáncer que corroe» que era el comunismo. Este último sistema
le resultaba tan atroz a don Arturo que exclama con estupor que «quieren dar
a la mujer el derecho a escogerse el macho».44
El modelo universal propuesto es
unestadototalitarioabsoluto, propietario,
de todos los bienes y que ordena a la población según categorías
fijas, «y por medio de la ciencia eugénica y
de la antropología aplicada
llevada al terreno práctico, ha de regenerar
la humanidad». Pero este sistema no lo convenció por mucho tiempo y en 1932
publicó otro, también como propuesta de modelo universal
para ser instaurado de inmediato. En este caso se reducía un poco la
propiedad del estado y se contraproponia que
el problema de la acumulación desmedida se solucionaba impidiendo que la
herencia sobrepasara un cierto limite determinado. Dando créditos a los
campesinos, becas a los estudiosos, creando
industria y tecnología e imponiendo el calendario de
Tihuanacu se justificaba el peculiar título
elegido para la obra: Hacia un irracional y anticuado comunismo
que retrogradaría la
humanidad en
500 años, o nada el racionalismo social que dará al hombre lo que e! hombre
necesita yexigepara vivir
dignamente.^ Envió un resumen de estas
ideas en 1933 a la Worid
Economic Conference,
las amplió en 1940 y en su último articulo, escrito pocos meses antes de
fallecer, cerró el ciclo con una apología
de los Estados Unidos, del aliciente que significa ganar dinero, del capitalismo
como creación bondadosa y autocontrolada. Si
Bolivia aceptaba esas ideas solucionaría
rápidamente sus problemas, más aún toda América latina aceptando un capitalismo
de autocontrol popular permitiría reducir los
ejércitos y dar mayor presupuesto a lo social
y no a la guerra. Posnansky terminaba asi su
otra gran aventura: la de cambiar al mundo.
NOTAS
1.
Una bibliografía amplia pero plagada de
errores de arturo costa de la torre. catalogo de !a bibliografía boliviana;
libros y folletos 1900-Í963. 2 vol.,
Universidad Mayor de San Andrés. La Paz, 1966-1973. También véanse los
siguientes libros: fritz
kubler, Deutsche
in Bolivian.Strecker undSchroeder,
Stuttgart, 1936;
alberto crespo. alemanes en Solivia,
Editorial Los Amigos del Libro, La Paz, 1978; ramiro
condarco morales,
Historiadelsaberylaciencia en Bolivia.
Academia Nacional de Ciencias, La Paz, 1978; julio diaz agredas,
Expedicionarios y exploradores
del suelo boliviano, vol. 2, Ediciones
Camarlinghi, La Paz, 1971:
valentín arbecia
baldivieso, Historiografía
boliviana, Editorial
Letras. La Paz, 1965; dwicth
B. h^ath, Histórica)
Dictionary of
Bolivia. The
Scarecrow Press, Metnchen, 1972, y federico
k.auffman, «Alemania y la
arqueologi a peruana». Cultura Peruana
(enero-abril),
s/p., Lima, 1963, articulo reproducido en
Humboldf número 15, Hamburgo, 1963.
2. Gracias a una beca del
Deutscher Akademischer Austauschdienst
durante los meses de septiembre y octubre de 1991. Agradezco a
Alden Dittman,
Peter Masson y
Gemodt K.rause
su apoyo y colaboración.
3. La formación de Pula. puerto internacional de
gran movimiento en su época, debió de ser
importante para que emprendiera sus viajes. Hay confusión entre algunos
biógrafos por su nacionalidad, por ejemplo
K.auffman
Doig en varios trabajos lo hace polaco, lo
mismo Dwight Heath,
que lo 11 ama «mercenario polaco». Es indudable que
suapellido es de ese origen, pero sin dudas
nació en Viena.
4. león barhfr, Las
relaciones económicas de Bolivia con
Alemania 1^0-1920,
Colloquium Verlag, Berlín,
1984. Recordemos que esa región estaba entre las más exploradas por
alemanes y centroeuropeos; entre 1870y 1900
viajaron y exploraron el Amazonas: Arthur
Werthemann, George
Hubner, N.
Stegelman, Alfred
Reich, Hemann
Goering, Juan W.
Nystrom, Van del
Wingaert, George von
Hassel, O. Michael
y los grupos de K.roenle y
Payer y de
Pattberg y Hirs.
Barber cita la presencia de 170 austríacos
y de 385 alemanes residiendo en Bolivia en 1906.
5. john
melby, «Rubber
River; an
account of the
rise and
collapseoftheAmazonboom». HispanicAinerican
Histórica! Review,
vol. xxii. número 3,
Durham, 1942. eduardo
arze cuadros,
Laeconomiaboliviana, ordenamiento
territorial y dominación externa
1942-1979. Los Amigos del Libro, La Paz,
1979. J. valerie
fifer. «Theempirebuilders;
ahistory of the Bol i vi an
rubber boom and rise of the
House of Suarez»,
Jounial ofLatin
American
Studies.vol. 2, número 2, Cambridge.
1970.
6. Este pequeño libro
de Posnansky es una verdadera rareza, los ejemplares fueron cuidados por
él mismo e incluso supropi a foto en la
primera hoja es un positivo pegado con cola.
7. alfons
stubel y max uhi.e,
Die ruinenstaette
von Tiahuanaco in
hochiandedes alten Perú.
eine
kulturgeschiclitliche studie auf
grund
selbstaendiger aufiialinieii, Verlag von
C.T. Wiskott,
Bresiau; hay edición paralelaen Leipzig,
ambas de 1891. Sin duda era una obra monumental que, en muchos sentidos,
superábalo que
Posnansky decía, y en otros no; era por
cierto un libro mucho más «académico» para
su época.
8. Tihuanacu e islas
del Sol y de la Luna (Titicaca y Koatí)
Breves descripciones y notas, anexo a Album
de los monumentos (...) visitan
tomadas por e! ing. Arthur
Posnansky en
los anos 1903 y 1904,
Edición del autor, 2 vols.. La Paz. 1910.
9. «Tihuanacu y la
civilización prehistórica en el altiplano»,
Boletín de la
Sociedad Geográfica, números 33-35.
pp. 4-53, La Paz. También como segunda
edición, Imprenta Artística, La Paz, 1911.
10. En este trabajo, y en otros contemporáneos,
Posnansky tomó ideas de un contemporáneo no estudiado aún,
belisario díaz
romero, quien lo criticó mucho, apoyó más tarde a
Sundt y asoció a don Arturo con
Uhie por sus supuestas ideas similares. En
realidad, fue DiazRomeroquien
acuñólafrase de «Tiahuanaco, cuna
indiscutible del hombre americano», que Posnansky
usaria sistemáticamente. Véase, de ese
autor, Tiahuanacu, estudio de prehistoria americana, Imprenta
Artistica del Castillo y
Co., La Paz, 1906 y «Tiahuanacu y sus
ruinas», en el Boletín de la Sociedad
Geográfica de
La Paz número 39, pp. 51-59, 1913. También
puede verse a tomás o'connor d'arlach en su
libro Tiahuanacu, Tipografía de I.
Argote,- La Paz, 1911.
11. La contrarrespuesta
muestra cómo se estaba formando en Bolivia un campo profesional
especifico, que aunque no «científico» para
los estándares europeos, tenia un nivel importante de desarrollo que más
tarde se perdería.
12. Guia general
ilustrada para la investigación de los
monumentos prehistóricos de Tihuanacu e
islas del Sol y la Luna
(TiticacayKoati), con breves apuntes sobre
Chulpas, Unís y escritura antigua de
los aborígenes de) Altiplano Andino; Imprenta Litografía
Boliviana, La Paz, 1932.
13. «El signo escalonado en las ideografías
americanas con especial referencia aTihuanacu»,
Proceedings ofthe
XVfíf International
Congress of
Americanists, pp. 280-292, London,1913.
14. Lapresenciaen los
Congresos de Americanistas siempre fue agitaday
enlas actas figuran varias de sus peleas.
Recordemos que ya en 1910 lihle
habia publicado
alli su «Zu deutung
der intihuatana»,
(Wien, XVI Congreso), y en la edición de A.
Hartieben Verlag y Traducido como «Datos
para la explicación de los intihuantas»,
Revista de la Universidad, 1910, Lima.pp.
325-347. En ese trabajo mostraba que el
Kalasasaya de Tiahuanaco no era más que eso. Desde alli, las
discusiones fueroninterminableshastalamuerte
de ambos.
15. La idea de ser un nuevo
Champollion está presente en este libro
desde el titulo mismo; el descubrir un tipo de escritura desconocido - y
según él era el más antiguo de la humanidad- y poder leerlo, era superar
incluso al egiptólogo famoso. «Prehistonche
Ideenschriften in
Sudamerika», ZeitacliriftrurEtoiiologieheftil.pp. 261-269, Berlín,
1913.
16. Uhie no se quedó
atrás en la agresividad; más allá de que muchas de sus ideas también
tuvieron corta duración, en
realidadlo que
estabaen discusión
eralatr adición académica contra la
independiente.
17. Das Treppenzeichen
in den Amerikanischen
Ideograpehn, mit
besondererRucksicht anf Tihuanacu - £1
signo escalonado en las ideografías americanas con
especia) referencia a Tihuanacu, edición
bilingüe, Thesaurus
Ideographiarum AmericanarumI,VerlagvonDietrichReimer,Berlin,
1916.
18. Eine
Praehistoriche
Metropole in Sudamerika - Una metrópoli
prehistórica en la América del Sur, edición
bilingüe, vol. i (único), Verlag von
Dietrich Reimer,
Berlin, 1914. Considero que ésta fue su obra
más importante y acorde incluso a su época; es más, muchas cosas no disentían
tanto de lo que otros autores más académicos pensaban, incluido
Uhie
y sus contactos meso-sudamericanos y la
presencia mayaen Ecuador. Era una obra
monumental y de unacalidad de edición poco
habitual.
19. «El gran templo del sol en los Andes:
laedad de Tihuanacu, Astronomía
prehistórica». Boletín de la Sociedad
Geográfica número 45,
pp. 36-46, La
Paz, 1918.
20. Los Chipayas de Carangas,
Instituto Tihuanacu de Antropología,
Etnografíay Prehistoria,
La paz. También en Boletín de la Sociedad Geográficanúmero47,
pp. 137-145, La Paz, 1918. Este trabajo y otros similares merecerían
una evaluación rigurosa por un especialista en el tema.
Por ejemplo, alered metra!
ix trabajó sobre muchos grupos indígenas
por sugerencia de Posnansky; véase
«L'organization
sociale et les
survivances
religuieuses des indiens
Uru-Cipaya de Carangas,
Bolivie, note
preliminare», Actas del XXV Congreso
Internacional de Americanistas, vol. 1,
pp. 190-213, La Plata.
21. El Ekeko
(alacita), contribución
al folklore
boliviano, Instituto Tihuanacu de Antropologia,
Etnologiay Prehistoria,
La Paz. También en Boletín de
la Sociedad Geográfica
numero 46, pp. 180-185, La Paz, 1919.
22. Templos y viviendas
prehispánicas, Escuela Tipográfica
Salesiana, La Paz, 1921.
23. «Quiénes eran los Incas», Boletín
de la Sociedad Geográfica número 56, pp.
122-206, La Paz, 1921. También en Annaes do
XX Congreso Internacional
dos Americanistas (1922), vol.
n, pp. 217-251,
Rio de Janeiro, 1928.
24. El aporte de Hans
Luddemdorf a la arqueología
americana, en especial a los mayas, espera aún un estudio mayor; la
relación con Posnansky también lo ameritaría
ahora que la arqueoastronomia ha vuelto a
tomar interés.
25. Tihuanacu, la cuna del hombre americano - Tihuanacu, (he
Craddie ofAmerican
Man, vol. i, editado por
J.J. Agustín,
NewYork, 1945,
vols.iii y iv, edición oficial, La Paz,
1957.
26. Impulsos atávicos, el caso de Polonia Méndez,
consideraciones antropológicos-psiquiátricas
referentes a
un crimen llamado pasional, Imprenta Velarde,
La Paz, 1923.
27. Es interesante lacolaboración con
ALfred Metraux
en varios trabajos a lo largo de los anos, siendo éste un académico a
ultranza. Pero en lo hecho juntos o en lo publicado en la revista de
Tucumán no hay ideas demasiado descabelladas
de Posnansky.
28. josé imbelloni, La Esfinge
indiana, antiguos
y nuevos aspectos del problema de los orígenes americanos, El Ateneo,
Buenos Aires, 1926; la Segunda Esfinge
Indiana se editó en 1956, después de muerto Posnansky.
29. RoLFMuLLER,
«Dersonnentempel
inderruinenvon Tihuanacu, versuch
einer
astronomichen alterbestimmun»,
Baessier-Archiv, vol.
xrv, pp. 123-134.
30. daniel schávelzon,
Lapolémicadel arfe nacional en México
(1810-1910),
Fondo de Cultura Económica, México, 1987.
josém. lazo,«ei
palaciode
lalunadel hombre americano»,
UltimaHora (9 de Julio), La Paz.
F.DiEziiEMEDiNA, Museos arqueológicos
y colecciones de La Paz, Imprenta Artística,
1954.
31. eduardo
casanova, «Investigaciones arqueológicas en el altiplano boliviano»,
Actas del XXVI Congreso Internacional de Americanistas, vol.
i, pp. 130-135, Sevilla.
32. En Tihuanacu, cuna del hombre americano... (1943),
p. 32.
33. En «Antigüedad y origen de las ruinas
Tihuanacu por Max Uhie», Boletín
de la Sociedad Geográfica número 66, p. 97,
1943. Vale la pena recordar que Uhie también
buscó la polémica al tratar de mostrar, y
con razón, una visión
. académica de lo que Posnansky
decia; quizás el
caso extremo fue cuando presentó su trabajo «Los jeroglíficos
de laportadadeTiahuanaco».
enel XXV Congreso
Intemacio-naJdeAmericanisrasdeLaPlata,vol.n,pp.
199-220.1932.
34. «Laobra de
Phelipe Guarnan
Poma de Ayala, Primer Nueva Crónica y Buen
Gobierno», Boletín
de la Sociedad Geográfica números 63 a 65,
La Paz, 1941 -3. También como libro publicado por el Instituto Tihuanacu
de Antropologia, Etnología y Prehistoria, La
Paz, 1944, y por la Sociedad Geográfica en 1945.
35. En «Quiénes eran los incas...»,
1922, pp. 136.
36. juan comas, «Notas bibliográficas»,
América Indígena, vol. ni, número 1,
pp, 91-94, México, 1943, y herbbrt
passm, «Some recents
materials on
indian and
negro education», Acta Americana, vol. 1,
número 3, pp. 418-420,1943.
37.PorejemploveaseaWAi.TER
ramírez, «criticas de criticas», Boletín de
la Sociedad Geográfica número 67,
pp. 108/9, La Paz. 1944.
38. En «Quiénes eran los incas...»,
1922.
39. Posnansky sólo llegó a ver publicados los dos primeros tomos,
los otros dos quedaron por la mitad a su muerte y mucho más tarde fueron
impresos por el gobierno en su homenaje.
40. Es un extraño y
casi inencontrable folleto publicado
por él en La Paz en 1911.
41. La película no ha
podido ser hallada y de existir es de
importanciaparalahistoriadelaarqueologiaamericanapor la fecha para
este tipo de registros.
42. Este viaje también fue una aventura perlas
dificultades para remontar ese río que casi no trae agua; el barco fue di
senado especialmente por él para tener un
calado minimo.
43. Posnansky habia
enviado varios memoriales al gobierno
proponiéndole alternativas para la paz que no fueron escuchadas.
Aqui intentó mostrar que sus propuestas,
aunque implicaban ceder terreno, éramenos de
los que se perdió con la guerra.
44. En La hora filtura,
1919, La Paz. En realidad, es un pedido de establecer campos de exterminio
al más puro estilo nazi, incluso antes de
que ellos los establecieran. Si bien estaidea
está presente en algunos trabajos de la época, más adelante nunca
volvería a hablar de ello,
por lo menos de esa forma brutal.
45. Hacia un irracional
y anticuado comunismo que retrogradaría
la cultura humana quinientos años, o hacia el Racionalismo Social que dará
al hombre lo que el hombre necesitay exige
para vivir
dignamente, Instituto Tihuanacu de
Antropologia, Etnologiay Prehistoria, La Paz. 1932.
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