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Una Ciudad perdida....

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En un estrecho cerro entre los picos de Macchu-Picchu y Huayna Picchu se erige el mas sobrecogedor y enigmatico de todos los templos Incas. Tendriamos que remontarnos al siglo XV para saber cuando fue construida la ciudad y el templo. Y todo es inexacto ya que existen varias opiniones, aunque los textos de los eruditos mas ortodoxos nos lo cuentan asi. Pero se han encontrado tambien restos megaliticos, y entonces estos dan pie a muchas mas versiones bastante mas heterodoxas.Desde los tiempos de la conquista española, numerosos y variados exploradores y aventureros se lanzaron con entusiasmo a la busqueda de ciudades perdidas en el interior de las selvas de Peru, aguzados y estimulados por los mitos de El Dorado, Paititi o Vilcabamba. Era toda una quimera. Posteriormente con el tiempo se han ido descubriendo varias ciudades perdidas en la jungla.Nos podemos situar en 1911, y en una de las muchas expediciones, Hiram Bingham se habia internado en el interior de la selva en busca de la ultima capital de los Incas. En una zona en donde los Andes descienden vertiginosamente, entre precipicios hasta la Amazonia. Este enclave recibe tambien el nombre de "La ceja de la selva", el lugar es practicamente intransitable, en el que se avanza penosamente corriendose el peligro de incluso perderse. Bingham habló con un lugareño que le comunicó conocer el emplazamiento de ruinas importantes. Despues de varias conversaciones con sus compañeros, estos se negaron a seguirle y Bingham partió solo con un soldado y el campesino. Al final lo logró y llegó a lo que se puede denominar "las ruinas de dos de las mas hermosas estructuras de la Antigua America" ya que la ciudadela de Machu Picchu fué el secretro mejor guardado de los Incas, ya que los antiguos peruanos no dejaron huellas o rastros de ella y no se le menciona en textos españoles de la época.Las Llactas segun los arqueologos e historiadores, son la mejor prueba del espíritu imperial de los Incas y su afán de dominar permanentemente las naciones que conquistaban. Fueron construidas siguiendo un planificado y estructurado orden regido por la necesidad de controlar y retener sus conquistas. Practicamente, las llactas fueron ciudades burocráticas en las que residían los administradores incas y todos los funcionarios necesarios, junto con sirvientes y artesanos. Picchu (el nombre original de Machu Picchu) fue una de estas llactas, pero guardo para sí un papel especial. Es la única alejada del Capac Ñan y fue construido en un lugar recóndito e inexpugnable del valle de Tampu, en tierras de la panaca de Pachacutec (el fundador del Tawantinsuyu). Fue la mas bella del imperio porque fue construida para ser el refugio y morada de lo más selecto de la aristocracia en caso de un sorpresivo ataque. Los caminos que conducían a Picchu eran prohibidos para los campesinos y lugareños, pues su ubicación era un secreto militar. Los profundos barrancos y agrestes montañas eran la mejor defensa natural.Los arqueólogos y estudiosos, a lo largo de estos años, han dividido Picchu en 3 grandes sectores: (1) Barrio Sagrado, incluye el Intiwatana, el Templo del Sol y la Habitación de las Tres Ventanas, (2) Barrio de los Sacerdotes y la Nobleza (zona residencial) y (3) Barrio Popular, el la parte sur de la ciudad, donde se encuentran las viviendas de la población común.La totalidad de las edificaciones en Picchu siguen el clásico estilo arquitectónico inca: construcciones con muros de sillares pulidos de forma regular, junturas perfectas entre los bloques de piedra y un ligero talud o inclinación, haciendo que la base sobresalga ligeramente con respecto a su remate. Vanos siempre trapezoidales y se usaron hornacinas y esculpidos como ornamentos arquitectónicos Picchu puede ser conocida, también, como la ciudad de los andenes, las escalinatas y fuentes de agua. De las primeras, se pueden contar más de un centenar, algunas de las cuales con cien peldaños o más. En algunos casos la escalinata de ocho o diez peldaños ha sido esculpida íntegramente en un solo bloque de roca de granito.En todo el área de Picchu abundan los estanques y fuentes de agua llamadas "pacchas", labradas en piedra e interconectadas por canales y desagües perforados en la roca. Que son de una belleza incuestionable y que nos hacern vagar la imaginacion hasta aquella remota epoca.El lugar tiene unas connotaciones que hacen pensar mucho al visitante, ya que modernos arqueoastronomos han estudiado la orientacion de algunas ventanas en los recintos mas elevados de Macchu-Picchu en relacion a importantes estrellas del firmamento andino. Asi de esta manera, las famosas "Cruz del Sur", "Venus" y otras constelaciones como "La Llama" y "El Zorro" podian ser seguidas y estudiadas por los llamados "sacerdotes-astronomos" incas. Todas estas circunstancias nos hacen pensar que este lugar cumplia dos funciones muy importantes, una "cientifica" y otra "ritual".

MACHUCADAS

Las caminatas de tantos turistas tienen el mismo efecto que un pequeño sismo: el movimiento vuelve inestables a las ruinas.


Para frenar la erosion del suelo, el Gobierno quiere rehabilitar el sistema de canales ideado por los incas.



Investigadores de la UN ESCO y geólogos japoneses han dado el alerta: el tránsito continuo de grandes cantidades de turistas amenaza con derrumbar las ruinas de Machu Picchu. En Perú la evaluación no es tan alarmista, pero el tema preocupa.
Primero fue la UNESCO. Habló de traurna ecológico y advirtió el peligro que corre el Machu Picchu en manos de un turismo excesivamente masivo YPOcO reglarnentado. La denuncia sumó las voces de ambientalistas y arqueólogos del mundo entero, pero no
alcanzó el revuelo que, hace unos meses, causaron las conclusiones que un grupo de investigadores japoneses reveló a la revista New Scientist. Según informaron, el famoso santuario inca podría desplomarse debido a un movimento de tierras que, día a día, desestabilíza las estructuras de esta ciudad colgada de los Andes, a 2.430 metros de altura. "El peligro no es inminente ", se defendieron las autoridades penianas, relativízando en los medi os la gravedad del asunto. Pero a la cuestión geológica se agregan los trastornos ecológicos que ocasiona el turista, y las palabras oficiales -políti
cas, difusas- no tranquilizaron a los organismos internacionales: sus especialistas, acostumbrados a estrategias de prevención que resultan inalcanzables para los países en vías de desarrollo, siguen reclamando res
puestas más efectivas. Porque la realídad es irrefutable, y el hecho es que a
dos días de la celebración del 90 ani. versario de su descubrimiento, la ciudad perdida de los incas tiene pocos motivos de festejo. Fue el 24 de julio de 1911. Mapa y brúJula en mano, el joven arqueólogo estadounidense Hiram Bingham recorría los Andes peruanos en busca de Vilcabamba, un refugio que, según referían los libros de la época, habían construido los incas para protegerse de esos hombres que la Historia, con el tiempo, llamó "conquistadores", Agotado, ya a punto de abandonar su infructuosa exploración, descubrió un camino de piedras que aceleró el ritmo de su paso cansado.  Metros después, ante sus ojos desorbitados el Machu Picc:hu desenterró su gloria con impecable majestuosidad. Accidentalmente, Hiram se había topado con el valle sagrado de los incas, oculto durante siglos bajo una espesa vegetación que lo mantuvo a salvo de la depredación del europeo.
Deslumbrado por su descubrinúento, Bingham volvió a sus pagos y convenció a la National Geographic Society para que financiara otras dos expediciones. Las concretó en 1912 y 1915. En ambas ocasiones, regresó a Estados Unidos con numerosos objetos de gran valor artístico e histórico, que fueron llevados a la Universidad de Yale en New Haven, donde Hiram realizaba sus investigaciones. Pasaron muchos años. Con el tiempo, acusaciones de saqueo cayeron sobre sus espaldas, pero las autoridades peruanas reconocieronque todos movimientos de piezas se produjeron con el consentimiento del gobiemo de aquel entonces. Según explicaron, el objetivo fue facilitar el trabajo de los científicos estadounidenses, capaces de descifrar el misterioso mundo de la civilización incaica a partir de esos objetos. Estas respuestas, que conformaron a varias generaciones, están siendo rechazadas por jóvenes estudiantes de la Universídad Nacional de Cuzco, que ya realizaron varias manifestaciones solicitando a Estados Unidos la devolución de estos tesoros indígenas. La última, en mayo de este año, sumó unas cuantas denuncias ecológicas al reclamo por la recuperación del patrimonio de sus antepasados: los jóvenes critican enérgicamente un proyecto que pretende convertir en hotel de lujo a un viejo hospedaje cercano a las ruinas, porque consideran que el mismo agravará los problemas ambientales que están acelerando el proceso de erosión.
Según la UNESCO, que colabora en la conservación de las ruinas desde 1983 --cuando las declaró Patrimonio Cultural de la Humanidad-, el exceso de turistas es uno de los problemas centrales que tienen en jaque al Machu Picchu. A partir de una serie de estudios, el organismo recomendó limitar la visita a unas 500 personas diarias, pero la media actualmente sigue superando las 1.200. Los especialistas explicaron que esta caminata constante, en términos acumulativos, tiene el mismo efecto que un terremoto de pequeña escala, porque provoca un movimiento en las piedras que vuelve inestables a estas antíguas construcciones.
Pero, a corto Plazo, una de las mayores preocupaciones de la comunidad científica son las consecuencias del turismo masivo en términos de polución y deterioro del lugar, porque no hay demasiadas normativas que regulen los paseos porlas ruinas. Es común ver a la gente trepada a los monumentos y, al fin del día, encontrar montañas de desechos en los rincones sagrados de la ciudadela. Por eso,la UNESCO solicitó al gobierno peruano que prohibiera el recorrido sin la compañía de guías capacitados.
Como sucede en el resto del mundo, las cuestiones ecológicas desvelan a la comunidad peruana desde hace varios años. En 1998, el proyecto de construcción de un teleférico que Ilegarla hasta el mismísimo pie de las ruinas chocó con la férrea oposición de varios sectores. Para acallar las críticas, el consorcio privado a cargo de la obra prometió pintar los cables de verde y evitar ruidos que alteraran el ecosistema, pero la UNESCO habló de "incumplimiento de las convenciones internacionales" y el tema aun sigue sin definiciones claras. Entre los planes de la empresa figuraba el objetivo de facilitar el acceso al santuario para incrementarel número de visitantes diarios de 1.200 a más de 4.000. Universidades, destacados an tropólogos y hasta el Colegio de Arquitectos del Peru pusieron el grito en el cielo. "El teleférico precisa un anclaje de 100 metros de profundidad, lo que supone destruir los restos antropológicos que pudiera haber bajo el santuario", explicó un especialista en el diario peruano El Comercio.
Actualmente existen tres medios de transporte para Regar al Machu Picchu desde Cuzco: el tren, que lleva hasta la pequeña ciudad de Aguas Calientes, situada a unos 20 minutos de las ruinas; el famoso Camino, del Inca, que requiere unos cuatro días de caminata; y el helicóptero. Este último, como en las cataratas del Iguazú, se ha ganado unas cuantas críticas. Los ambientalistas han pedido la interrupción de estos vuelos, porque perturban considerablemente a la fauna de la región. Si bien no han logrado una respuesta favorable, rige la prohibición de sobrevolar el santuario, que no es poco.
Pero ahí no se acaban los problemas. Hace unos meses, el Instituto de Prevención de Desastres de la Universidad japonesa de Kioto reveló una extensa investigación que conmovió al mun o: "El Machu Picchu. se mueve", descubrieron los geólogos, y alertaron sobre un serio peligro de derrumbe. Explicaron que un leve movimiento de tierra que se está produciendo en la zona está desplazando las ruinas precolombinas un centímetro por mes, velocidad más que alarmante según los científicos. Sin especificar fechas, advirtieron que este corrimiento podría ser el precursor de uno mayor, capaz de poner a las ruinas al borde del colapso. "En cualquier momento, una avalancha podría separar las ruinas en dos partes", sentenciaron. Desconcertadas, ¡as autoridades peruanas arremetieron con la defensiva: "No tenemos ningún dato que revele que esto sea un peligro inminente", declaró Javier Lombarri director del Instituto Nacional de Cultura (INC), el organismo responsable de la preservación de los patrimonios arqueológicos peruanos El funcionario explicó que no sólo la ciudadela del Machu Picchu sino todo Cuzco se levanta sobre la falla geológica de Tambomachay, cuya actividad ya causó varios sismos en la región.
Según Femando Astete, uno de los responsables del cuidado de las ruinas, el mayor daño que ha sufrido el Machu Picchu en los últimos años se debe a la escasez de desagües para la gran cantidad de agua que circula por el lugar en los meses de lluvias. Durante siglos, el lugar había estado protegido por una espesa vegetación, pero la "limpieza" de la zona para el turismo ha dejado el lugar a la intemperie. El INC, junto con la Universidad de Colorado, investiga altemativas para resolver el problema. Según anticiparon, es probable que la solución pase por la rehabilitación del sistema de canales que utilizaban los incas hace cientos de años, porque además de haber sido excelentes ingenieros, estudiaban exhaustivamente la naturaleza y habían desarrollado estrategias para aprovechar sus ofrendas y hacer frente a sus ataques.
Desde hace un tiempo, el INC viene instalando en la región diversas infraestructuras (baños, radiotransmisores, oficinas de consulta), que permiten un mayorcontrol sobre el turismo, y el pautado de los lugares de acceso. Así se ha logrado, además, reducir el riesgo de incendios por descuido, un problema que había empezado a agravarse en los últimos tiempos.
Como los incas carecían de escritura, todavía hoy no se sabe a ciencia cierta qué los Revó a levantar una ciudad de piedra entre las montañas, ni cómo sortearon las dificultades que, actualmente, con la tecnología disponible, plantearía el transporte de los grandes bloques de piedra que se usaron en su construcción. Esas cuestiones, entre otras tantas -como la fundación de una ciudad de 13 kilórnetros cuadrados entre dos picachos verticales-, han rodeado al Machu Picchu de un halo de misterio desde hace casi un siglo. Y las teorías que se barajan no han dejado delirio sin arriesgar: se habla de fortalezas para defenderse de enemigos varios, de una ciudad de vestales -debido a que los restos que se han encontrado allí son casi exclusivamente de mujeres-, de un sinfin de dioses y hasta de extraterrestres. El hecho es que, más de 500 años después, sus templos, viviendas, nichos, escalinatas, explanadas y observatorios siguen guardando secretos exquisitos, capaces de inspirar las fantasías más diversas.
Hoy, está en el hombre el desafio de preservar estos tesoros que los incas dejaron para contar su historia .



origen de datos :revista viva del 22/07/2001