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OVNIS

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OPINIONES VERTIDAS EN 1979 SOBRE VIDA EXTRATERRESTRE POR UN SABIO RUSO

Según el profesor Tsum Um-nui, las placas de las montañas cercanas al Tibet, describían la odisea de una nave extraterrestre que sufriera una avería en el tercer planeta —la Tierra— HACE 12.000 AÑOS

El Dr. Trotski, sabio radiofísico de la Unión Soviética que integra el grupo de científicos que trata de detectar señales del espacio que pudieran pertenecer a otras civilizaciones, declaró a la prensa internacional: «Yo parto de que la vida en el universo no surge siempre, sino en momentos muy reducidos. Y no en todas partes. sino allí donde para ello haya condiciones más idóneas». «Son dignas de atención las consideraciones del sabio estadounidense Dr. Rashevsky, uno de los líderes de la Biología matemática. Este científico determinó el número de especies biológicas que pueden existir. Apoyándose en su teoría, se puede deducir que los sistemas biológicos independientes que haya en diversos planetas pueden ser parientes. La idea de que en otros planetas encontraríamos seres vivos completamente diferentes a nosotros, nacida de la cien-cia-ficción, la hacen dudosa los cálculos matemáticos. La probabilidad de que los habitantes de civilizaciones extraterrestres se diferenciasen exteriormente un poco de nosotros, no está excluida de esta teoría de Rashevsky». Con referencia a la exploración de civilizaciones extraterrestres, dice Trotski: «Esto promete muchas perspectivas. Nosotros hacemos mucho, se están emprendiendo pasos fundamentales en busca de señales del espacio». De la comunicación de ellos con nosotros y de nosotros con ellos, opina el sabio ruso: «Debemos, quizá, pensar en otro espacio y en otro tiempo».El gran encuentro en la tercera fase puede estar próximo, debemos estar preparados, hay profecías que lo anuncian para 1983...

FENOMENO O.V.N.I. ¿MITO O REALIDAD?

Debemos aceptar el año 1947 como fecha de iniciación del fenómeno Ovni, por cuanto es la primera referencia contemporánea con la cual contamos, si bien contamos con diferentes testimonios que, a través de la historia de la Historia de la Humanidad, dan cuenta del mismo.Ese verano de 1947 fue excepcionalmente pródigo, a partir de la observación de Arnoid, en diferentes observaciones de Ovnis. Asi, al poco tiempo del testimonio que éste rindiera, un piloto civil —E. J. Smith— manifestó haber divisado una formación de cinco Ovnis. Aproximadamente en la misma fecha, la Base aérea de Muroc, emplazada en el desierto califomiano de Mo-jave, en ese entonces centro de pruebas supersecreto, detectaba también la presencia de objetos voladores que, por la velocidad de desplazamiento y particulares caracteristicas de los mismos, no podían asimilarse a nada conocido hasta el momento. Otro tanto sucedía en la Base emplazada en el lago seco de Rogers.No debemos olvidar que, en esa fecha, prácticamente recién terminada la II Guerra Mundial y al comienzo de la denominada Guerra Fria, en EE.UU. había una verdadera psicosis con el poder armamentista que podían desarrollar los rusos, y que las autoridades y el pueblo norteamericanos se inclinaban, antes que nada, a pensar en misteriosas armas perfeccionadas por Rusia para amenaza de la primera potencia occidental.Hubieron de pasar años antes de que, ante la fuerte presión de la opinión pública, las autoridades de EE. UU. se decidieran a instituir Comités de estudio del fenómeno Ovni, más que nada destinados a desalentar la creciente comente de opinión que apostaba en favor de la existencia de seres extraterrestres y sus periódicas visitas a nuestro planeta.El tiempo ha pasado, los informes negativos de los diferentes centros oficiales se han multiplicado en forma proporcionalmente directa a como han proliferado los centros privados de investigación del fenómeno Ovni, y se ha ido afianzando y difundiendo en la Opinión Pública la certeza de que tal fenómeno existe. Por ello, hoy más que nunca, es dable oreguntarse: OVNIS... ^.MITO O" REALIDAD?...

ERICH VON DÁNIKEN

ERICH VON DÁNIKEN O NUESTROS ANTEPASADOS, LOS EXTRATERRESTRES

Las teorías del autodidacta autor suizo son, sin duda alguna, las que más han impresionado al público y las que más difusión han tenido, como lo prueba el hecho de que uno de sus libros, «Recuerdos del Futuro», fuera trasladado al cine, obteniendo gran suceso. Según este controvertido autor, las ruinas arqueológicas de la llanura de Nazca, en los Andes peruanos, que ocupan una árida franja de 60 km. de longitud por casi 2 km. de ancho, no son otra cosa que un aeropuerto, cuyas curiosas formas, que forman paralelas, se cortan, o convergen entre si, trazando en determinados tramos figuras zoo-mórficas que llegan a medir hasta 250 m. en su parte más ancha, estaban destinadas a guiar —hace muchos milenios— a seres llegados de otro planeta.Uno de los puntos de mayor fricción entre von Dániken y los eruditos tradicionales se centra en que el autor helvético sostiene que, con el inicio de los viajes espaciales, él estudio del pasado asume una nueva dimensión, por cuanto obliga —siempre según von Dániken— a examinar las narraciones y leyendas de nuestros antepasados desde una perspectiva totalmente distinta de la que se aceptara hasta ahora. En casi todas las culturas conocidas aparecen los denominados «mitos», que relatan la presencia de dioses venidos desde el cielo. Bajo el prisma de la teoría del autor suizo es evidente que la valoración de tales «mitos» es totalmente distinta.Pero el polémico von Dániken va más allá, ya que sostiene que los detalles de las leyendas que llegan hasta nuestros días no son otra cosa que la fiel descripción de hechos remotos, pero reales. Y añade una aseveración aún más sensacional: nuestro conocido «Homo Sapiens» no seria otra cosa que el resultado de un mestizaje realizado por los seres extraterrestres, una «creación artificial», fruto del cruce entre algunos de esos extraterrestres y alguna familia de simios, que, para esa época, poblaba el mundo conocido. Afirma, asimismo, que el ansia por alcanzar los espacios interplanetarios no es otra cosa que una especie de «grito de la sangre» que lleva al hombre a buscar a sus antepasados.Entre' los muchos indicios que von Dániken utiliza en apoyo de su tesis se encuentran, por ejemplo, el relieve en piedra del yacimiento arqueológico del Palenque, en el estado mexicano de Chiapas, que fuera descubierto en 1935, y al que describe asf en su libro «Recuerdos del Futuro»:..Un ser humano aparece sentado, inclinando el tronco hacia delante en la postura de un piloto de motocicletas. Hasta un niño reconocea en su vehículo las características de un cohete, por la forma puntiaguda de su parte anterior, el ensanchamiento central —con unas marcas extrañas, a modo de portezuelas— y la llamarada que surge de su cola. El encongido tripulante empuña unos controles indefinibles, mientras apoya el pie izquierdo en una especie de pedal. Su vestimenta es funcional: pantalones cortos, sujetos por un ancho cinturón; chaquetilla de cuello abierto; brazaletes y tobilleras muy ajustadas... La cabeza de la figura sedente muestra las habituales estrías, los tubos y, en su parte superior, algo parecido a una antena. Nuestro viajero del espacio —pues como tal lo describe claramente el artista— no sólo aparece en estado de tensión, sino que además concentra la mirada en un aparato suspendido ante su rostro.» Recurre asimismo a los diferentes testimonios esparcidos a través de todo el globo y en los que aparecen antiguas figuras ornadas con extrañas prendas en la cabeza. No acepta la explicación tradicional de que se trata de máscaras rituales, sino que afirma que son hombres del espacio equipados con antena y que su principal objetivo fue el de dejar recuerdo de su paso por nuestro planeta. Nos recuerda también la existencia de pinturas rupestres existentes en diferentes partes del mundo, en lugares distantes entre sf millares de km. de distancia, y en los que habitaron culturas muy disimiles y aún desconocidas entre si.Pero quizá lo que más acuda en apoyo de la tesis de von Dániken sea la misteriosa meseta chilena de El Enladrillado, la cual contituye —desde su descubrimiento, en 1968— un enigma para los arqueólogos. Para llegar a El Enladrillado —que mide algo más de 3 km. de longitud— se hace necesario realizar un viaje por escarpado terreno a lomo de muía. El asombrado visitante, al arribar a destino, puede contemplar un terreno poblado por algo más de 200 bloques de piedra, de forma rectangular, delicadamente terminados, y que miden, aproximadamente, entre 3,5 y 5 m. de altura y de 6 a 9 m. de longitud. La primera impresión es la de hallarse ante un anfiteatro, para surgir a continuación, inevitablemente, diversos interrogantes. ¿Quién o quiénes realizaron semejante obra de precisión y cómo pudieron trasladar hasta allf los bloques de piedra? ¿Cuál fue su utilidad y qué hizo que se emplazaran en un lugar tan aislado? Diez años más tarde de su descubrimiento, los arqueólogos siguen sin hallar explicación plausible a dichos interrogantes. Para von Dániken la explicación es clara: se trata, también en este caso, de una pista de aterrizaje, perfectaamente distinguible entre los bloques pétreos.Se hace necesario apuntar que el director científico de la expedición que descubriera El Enladrillado, Humberto Samataro, declaró al periódico chileno «El Mercurio», que: «...todos los bloques parecen obra de una antigua cultura desconocida y, evidentemente, avanzada, pues los nativos de la región carecían de los conocimientos necesarios para realizar tal empresa...».Agregaba, además, que sea quien sea el que hubiere elegido el lugar para el emplazamiento de los bloques de piedra, supo apreciar sus excelentes condiciones para el aterrizaje y despegue de vehículos aéreos.Cabe preguntarse, entonces, si una civilización superior y totalmente desconocida hasta nuestros días, hubiera tallado y enclavado los bloques de piedra como ayuda para las aeronaves o por otras razones que desconocemos y que no nos es dable imaginar.Tal como ya dijéramos, se encuentran diseminados a través del planeta diferentes monumentos arqueológicos, cuyos métodos de construcción o la finalidad de la misma, desconocemos absolutamente. En tal caso estañan los misteriosos orejudos de la Isla de Pascua (enclavada en el Océano Pacífico, cercana a la costa chilena), o la extensa ciudad de Tiahuanaco, enclavada a 4000 m. de altitud, la cual contiene uno de los mayores tesoros arqueológicos del continente latinoamericano, la denominada Puerta del Sol, impresionante mole de 10 toneladas, que tiene tallados relieves que cuentan las historia de una aeronave de oro en la que viajaba un extraterrestre, Orjana, que poseía como manos cuatro dedos palmados. Según las inscripciones de la Puerta del Sol, la Gran Madre de la Tierra dio a luz setenta hijos y luego regresó a su remoto lugar entre las estrellas. Afirma von Dániken que el calendario descubierto en esa asombrosa ciudad marca con exactitud la posición de la Luna, hora por hora, sin olvidar el movimiento rotatorio de nuestro planeta. También en Tiahuanaco se encuentra el Gran Idolo, monumento de piedra arenisca, de color rojizo y longitud aproximada a 7 m., cuyas inscripciones —según afirman Bellamy y Alan— dan prueba de un conocimiento astronómico, basado en la forma esférica de la Tierra, no fácilmente imaginable para la cultura de aquella época. En auxilio de sus teoas, von Dániken recurre también al hallazgo realizado en 1938 por el arqueólogo chino Chi Pu-tei, en montañas próximas al Tibet Se trata de una serie de cavernas en cuyas paredes se encontraron representaciones de figuras con cascos redondos, así como símbolos representando al Sol, la Luna y las estrellas, en medio de grupos de puntos que parecen enlazarlos.En el interior de dichas cuevas Chi Pu-tei y su equipo encontraron 716 placas de piedra, de aproximadamente 2 cm. de espesor, semejantes a nuestros discos fonográficos. Las mismas mostraban inscripciones que describían espirales de doble surco, hasta llegar a los bordes.Se dedicaron decenios al estudio de las escrituras de las placas halladas por Chi Pu-tei, hasta que en el año 1963 el r- profesor Tsum Um-nui de la Academia de Estudios Prehistóricos de Pekín, dio a conocer bajo su absoluta responsabilidad, secundado por otros cuatro colegas, lo que para él eran las conclusiones a que había arribado. Según el profesor Tsum Um-nui, las placas de las montañas cercanas al Tibet, describían la odisea de una nave extraterrestre que sufriera una avería en el tercer planeta —la Tierra— HACE 12.000 ANOS. Carentes de medios para solucionar la avería o construir una nueva aeronave, los extraterrestres intentaron comunicarse con los habitantes de las montañas, todo ello inútilmente. Ante la persecución de que fueron objeto, se vieron obligados a refugiarse en las cuevas y dejaron las placas como testimonio de su paso por nuestro planeta. En su constante devenir en busca de elementos que apoyen, robustezcan y den coherencia a sus tesis, von Dániken se desplaza continuamente de un lugar a otro. Ha estado en Ecuador, en donde el argentino Juan Moricz dice poseer legalmente un inmenso complejo de galerías y salas abiertas bajo tierra, de incalculable valor cultural, que fueron descubiertas por él y que hasta la fecha permanecen sin ser estudiadas ni investigadas. La labor de Erich von Dániken es vassima y resulta imposible de ser resumida en un solo artículo. Por ello, en próximas entregas seguiremos ampliando los diferentes elementos que apoyan su tesis. Asimismo, informaremos sobre el fenómeno Ovni a través de la historia conocida o lo que, según la información de reconocidos científicos, se puede deducir sobre él; historiaremos casos ya probados e incluiremos un apéndice sobre las distintas apariciones de platillos volantes en los últimos dos años.

AVISTAMIENTOS DE OVNIS

Don Juan Salvador Amau es el autor de la íotograna que sirve de portada al presente íascículo. El Sr. Arnau vive en Benicarló. Castellón, y en carta íechada el 10 de agosto del presente año nos autoriza para publicar una serie de diapositivas que incluimos. Transcribimos la carta citada:

«En 1978, ¡unto con otros compañeros, establecí contacto visual con un Ovni en la mediterránea Costa del Azahar. El impacto que recibimos fue indescriptible cuando, hacia las cuatro de la madrugada de un sábado que nunca olvidaré, avistamos una luz brillante, intensa y dentelleante, que cruzaba. el firmamento en dirección SE a NE, a unos mil metros de altura. Se desplazaba la luz en-línea recta y la divisamos durante unos tres minutos desde la terraza de un cuarto piso de Benicarló. Fue tal el efecto que este avista-miento me produjo que, desde entonces, todas las noches, entre las diez y las once, salgo a mi terraza para realizar fotografías. En varias ocasiones he visto compensado mis esfuerzos con fotos únicas que me compensan del dineral que llevo desembolsado en material fotográfico. Esto me ha servido para reavivar mi fe en lo que vi aquel día y para comprender que el fenómeno Ovni es una REALIDAD FANTASTICA en la que es difícil que la gente crea pero que ESTA AHI cualquiera puede comprobarlo. No he logrado aún una foto clara de un Ovni, pero sé que lo lograré. Es una pena el que carezca de un potente teleobjetivo que me facilitaría el trabajo... No pretendo hacerme propaganda al escribir esta carta, sino comunicar a todos los cultores del tema mis experiencias a fin de que, entre todos, logremos esclarecer el fenómeno Ovni cuanto antes. Las fotos que he conseguido, alguna de las cuales le incluyo con la presente carta, aseguro que son auténticas. No pretendo engañarme a mi mismo ni tampoco a los demás. Los clichés están a su disposición y a la de todos aquellos que quieran comprobar su veracidad.

Firmado: Juan Salvador Arnau Nuestra Señora del Benicarló (Castellón)

origen de datos: "mas alla de media noche"