Obras
de arte de la literatura occidental, La
Mada y La Odisea describen sucesos que se habrían desarrollado en
1200 antes de Cristo. Sin embargo, desde hace un siglo, historiadores y
arqueólogos se Interrogan acerca de la realidad del célebre conflicto
que opuso, según Homero, a griegos y troyanos: la guerra de Troya.
Paris, hijo del rey de Troya, Príamo, está al origen del conflicto.
Llarnado a juzgar la belleza de las diosas del Olimpo, elige a Afrodita,
divinidad del amor, que le promete la más bella mujer de Grecia, Helena,
esposa de Menelao, rey de Esparta. Paris conquista a Helena: ésta
abandona su ciudad, su marido y su hija para seguirlo. Para vengar a su
hermano burlado, Agamenón, el poderoso rey de Micenas, organiza una
expedición destinada a destruir Troya.
El
sitio de Troya
Cada
cual mandó entonces a su aurga que tuviera dispuestos el carro y los
corceles junto alfoso,‑ salieron todos a pie y armados, y levantándose
un inmenso vocetío antes que la aurora despuntara. Delante delfoso ordináronse
los infantes.v a éstos siguieron de cerca los que combatían en carros. Y
el Cronida promovió entre ellos funesto tumulto y dÉjó caer desde el étersanguinoso
rocío, porque bahía de precipitar alHades a muchasy vabosas almas. Los
teucros pusiéronse también en orden de batalla en una eminencia de la
llanura, alrededor del gran Héctor (..). Armado de un escudo liso, (Héctor)
llegó con los primeros combatientes. Cual astrofunesto, que unas veces
brilla en el cielo Y otras se oculta detrás de las pardas nzíbes~ así Héctor,
ya aparecía entre los delanteros, ya se mostraba entre los últimos,
siempre dando órdenes y brillando como el relámpago delpadre Zeus, que
lleva la égida(..) (.. J Agamenón, quefue elprimero en arrojarse a ellas
(Zasfalanges teucras), ( .. ) mató a Oileo
(
.. ). Fste se bahía ~ del carro para sostener el encuentro, pero el
Atilda le hundió en la frente la aguzada pica, que atravesó el casco
‑a pesar de ser de duro bronce y el hueso, conmovióle el
cerebro y postró al guerrero cuando contra aquél arremetía ... »
Homero, La llíada,
canto
XI
El
relato homérico
El
primer poema, La Mada, empieza con el relato de la cólera de Aquiles, héroe
griego (hijo de un mortal y de una diosa). La guerra de Troya comenzó
hace cerca de nueve años, y Agamenón acaba de apoderarse de una
prisionera, Briseida, recompensa de Aquiles. Este, furioso, se retira a su
tienda y rehusa volver al combate. No es sino a la muerte de Patroclo, su
amigo más querido, muerto por el troyano Héctor, que vuelve a las armas
para vengarlo. La Ríada termina con la muerte de Héctor y los grandiosos
funerales celebrados en honor de Patroclo por su amigo. El relato se
organiza en una sucesión de cuadros que describen escenas de guerra. En
La Odisea, historia del largo y dificil regreso de Ulises, rey de Itaca, a
su patria, sabemos algo más acerca de los nueve primeros años de la
guerra, y sobre todo, acerca del final del conflicto y el famoso episodio
del caballo de Troya.
los historiadores griegos del siglo
V antes de Cristo
..Herócloto, autor de las Historias, y Tucídides, a quien debemos la
Guerra del Peloponeso,
aportan a la tradición homérica
explicaciones históricas y políticas. Para el
primero,
los troyanos representan a los eternos enemigos de Grecia, es decir, a los
persas o a los medos. La guerra de Troya sería entonces, según el ~Padre
de la Historia», una primera guerra médica. El análisis de Tucídides
es más político. Para él, el conflicto descrito por Homero simboliza la
primera tentativa de unión de los griegos para lanzarse a una conquista,
en suma, una primera forma de imperialismo helénico. Luego, la veracidad
de los poemas no es puesta en duda por los antiguos: los sucesos que
describen tienen, a sus ojos, una realidad histórica.
El
testimonio de la arqueología
¿Es
esta realidad la de la Grecia micénica
Homero,
empieza sus excavaciones en búsqueda del emplazamiento de Troya. No
descubre
sino una pequeña aldea, bautizada por los arqueólogos con el nombre de
Troya \11 según el orden de las capas arqueológicas. El yacimiento data
de períodos anteriores a los de la supuesta guerra y los vestigios lo
muestran tan pequeño y pobre que no se comprende por qué los griegos
habrían levantado semejante ejército en su contra. Más aún, cuando las
excavaciones efectuadas en Micenás, la ciudad del rey Aganienón.
revelan. por el contrario, abundantes tesoros. Luego, la hipótesis de una
incursión contra Troya con el objetivo de obtener un botín no puede
sostenerse.
En
cambio, en 1953, un descubrimiento capital abre el camino a otra
interpretación de la guerra. Ese año se descifra la escritura, bautizada
lineal B, de las tablillas encontradas en las ruinas del palacio de
Cnossos en Creta y en Pylos, en el Peloponeso, que muestran que se trata
de la misma lengua: una forma primitiva de griego. Esto significa que
existió realmente una expansión del poderío helénico. Así, la
hipótesis de un rey de Micenas suficientemente poderoso para formar
semejante coalición y conducirla tan lejos es históricamente fundada.
Historiadores
y arqueólogos se apasionan con el debate. Para algunos, Homero describió
efectivamente la situación política del siglo MII antes de Cristo. En
cambio, según otros, los evidentes anacronismos contenidos en el texto
épico corresponden a las condiciones de vida de la sociedad en la que
vivía el aedo, es decir, al siglo
VIII.
Una
expedición pequeñísima...
Lo
seguro es que la troya de homero no tenia nada que ver con la pobre aldea
descubierta sobre la costa turca.Ademas la destruccion de la ciudad
troyana no corresponde cronologicamente al periodo de grandeza de los
palacios micenicos.finalmente,
los vestigios de
éstos no se parecen a las descripciones que hace Homero. ¿Habría que
concluir que los relatos homéricos no tienen ninguna realidad histórica
y que la famosa guerra no existio?
Un
gran historiador, M. 1. Finley, hizo avanzar el debate en un sentido
determinante. En su obra El Al
mundo de uIlises,
afirma que no es ni en el mundo n‑‑‑ticértico(siglo
XIII) ni en el de las ciudades del período arcaico (siglos V111‑VI)
donde hay que buscar la inspiración o el modelo homérico. La sociedad
descrita en La llíada y La Odisea sería J3
(le
los tiempos oscuios de la historia griega, el período que separa la
caída de Micenas del nacimiento de las ciudad(‑ ~‑estado. Los
investigadores de hoy van mis lejos y, distinguen tres niveles de lectura
en los textos homéricos. Por una parte, se trata de una obra poética de
ficción que escapa por esta razón a la interpretación histórica. Por
otra parte, el aedo se refiere efectivamente a tiempos míticos lejanos,
los de la edad (le oro del poderio micénico. Pero los detj1les de la
sociedad que describe ‑‑es este el tercer nivel de lectura
posible‑ son en realidad los de su tiempo.
Así,
si en verdad hubo una expedición helénica en Asia, seguramente no fue de
la amplitud de la legendaria guerra de Troya: pero el alcance y la
importancia del suceso fueron magnificados posteriormente. Quizás
justamente, como lo decía Tucídides, porque esta empresa fue una acción
en común
de los griegos contra otro pueblo.
La posteridad
literaria
de
la guerra de Troya
Los
héroes de la guerra de Troya sirvieron de modelos y de inspiración a
numerosas obras.
El teatro antiguo. Los trágicos griegos, Esquilo, Sófocles y Eurípides,
trataron a los personajes y los episodios de manera muy personal. Así,
tanto la partida de¡ ej . ército aqueo hacia Troya y la in7olación de
la hija de¡ rey Agamenon, Ifigenia, que permitió a la flota obtener
vientos favorables, como el regreso de Agamenón, después de diez años
de guerra y su asesinato por su esposa Clitemnestra, tienen versiones muy
diversas.
El teatro clásico francés. Numerosos escritores del siglo XVII retoman
los temas desarrollados por las tragedias griegas. Jean Racine consagró
una obra a la difícil partida de la expedición contra Troya: Ifigenia.
Se dedica al personaje de Agamenón, obligado a escoger entre su hija y la
continuación de una guerra que él mismo suscitó. Los deberes del rey
prevalecen sobre sus sentimientos de padre, y Agamenón acepta el
sacrificio de su hija.
En el siglo XX. Algunos grandes autores utilizaron estos mitos antiguos
para expresar sentimientos absolutamente contemporáneos.
Cuando Jean Giraudoux publica La guerra de Troya no tendrá
lugar, Francia está en vísperas de la Segunda Guerra Mundial y la
obra expresa las inquietudes y los debates que agitan a la opinión
pública de la época. Asimismo, en plena Ocupación, Jean‑Paul
Sartre escribe Las Moscas, una obra que pone en escena el regreso de
Orestes, hijo de Agamenón, venído para vengar a su padre, asesinado por
los que se apoderaron del trono y «ocupan» Micenas: Clitemnestra y su
amante Egisto.
UNA
PEQUENIA FORTALEZA
Ubicada sobre una colina ventosa en la costa del Asia Menor que da al Mar Egeo, la ciudad de Troya
era una ciudadela de dimensiones reducidas. Estaba rodeada por Murallas dentro de las
se levantaban sus edificios principales que eran de ladrillos y piedra, como el palacio
del rey y los templos. La mayor parte de los troyanos, sin embargo, vivía fuera
del recinto, en humildes viviendas de barro.
la
construcción conocida como ,,edificio de los pilares" por las columnas que sustentan su fachada En general si se observa, se comprobará que todas las casas tenían un amplio pasillo central a cuyos costados se encontraban los cuartos.Las murallas estaban construidas en piedra y ladrillo, lo que les permitió a los troyanos mantener durante diez años el sitio que le impusieron los aqueos a la ciudad. Sólo el empleo de una treta pudo provocar la caída de la ciudad.Las escaleras llevaban
a lo alto de la colina de La existencia de estas escalinatas y ()tros caminos
que derivaban en la parte más elevado (le la ciudad, - a o son el indicio de que allí se
encontraba el palacio del rey y la sala del rey priamo era el edificio más importante y se supone que se encontraba en lo alto de la colina. Las numerosas excabaciones arqueológicas que se realizaron, sin embargo, no han podido hasta ahora encontrar huellas de su existencia.
Una de las torres de vigilancia desde donde los troyanos podían observar cualquier movimiento que se produjera en los cuatro puntos cardinales. La existencia de tantas prevenciones revela que los enfrentamientos bélicos eran frecuentes y que Troya tenía muchos enemigos.
Se cree que la población que residía dentro de las murallas apenas superaba las mil personas, las que en general pertenecían a la aristocracia, la clase más acomodada de la sociedad. Las ciudad medía 220 metros x 120 metros, una superficie mucho más pequeña de lo que se pensaba.Una de las puertas de entrada a la ciudad, por donde habría penetrado el famoso caballo de madera que le regalaron los aqueos a los troyanos. Por la noche, salieron de su interior algunos soldados que abrieron las puertas de la ciudad a sus compañeros: así se produjo la invasión.
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