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POBREZA COMO DON DIVINO

 

 

Los Shadus, la pobreza como don Divino .

una multitudinaria Una comunidad enclavada en la India, cuyos miembros consagran su vida a la búsqueda del absoluto a través de la indigencia.

No menos de diez millones son los qu se cuentan entre estos seres de otros tiempos aunque sean nuestros contemporáneos pues los shadus viven en el tiempo de Brahma, donde un sólo día equivale a cuatro mil trescientos millones (le año,,
Considerados mendigos de lujo, poseedores de poderes paranormales, se mueven indiferentes de un lado a otro buscando las últimas respuestas.
A fin de modificar positívamente su karina, los shadus eligen pasar por esta vida en la miseria total, a la que consideran un don divino. Con el pecho desnudo, la frente cubierta de cenizas y sus largos cabellos enmarañados, provistos de un---trimurti- a modo de bastón, un largo rosario confeccionado con semillas o con madera de sándalo. y una escupidera de bronce como todo enser, se privan no sólo de comer carne y beber alcohol, sino que establecen estrictas prohibiciones en su severa dicta vegetariana. Por más hambriento que se encuentre un -,hindu nunca ingerirá cebollas, que son calificadas corno las manzanas de la pasión. Un simple chapati (galleta especial) o un puñado de arroz le bastan para toda una jornada.
Están acostumbrados a vivir en soledad, pero llega un momento en que ponen fin a su vagabundeo y entran a lugares poblados, donde se dedican a pedir limosna. Lejos de intentar provocar compasión sonríen con aristocrática indiferencia a cuanto los rodea. Saben que su subsistencia está asegurada por un pueblo que los venera y respeta de la misma forma que sus antepasados, desde hace más de tres mil años. A su modo, son los Individuos más libres de la tierra.
El clima de la India les permite vivir al raso la mayor parte del  año, pero cuando sopla el Monzon los ríos se desbordan y llueve interminablemente, sus cadáveres aparecen abandonados a los, costados de los caminos.
Hasta que llega el momento de la muerte, (con frecuencia ansiada e incluso provocada por anhelo de unión mistica la vida del shadu es la de un hombre que ha conquistado su libertad limitándose a lo imprescindible...
Su sentido de la felicidad les impone un alejamiento de la realidad común. a costas de grandes sacrificios. No sólo ,ze prohiben ingerir---las manzana,,, de la pasión", sino acercarse a la pasión misma la castidad signa sus vidas.
Los efectos combinados del hachís y la dieta winera, proporcionan a muchos un continuo estado de excitación eufórica traducido en el brillo desmesurado de sus ojos. Ya permanezcan en actitud meditatíva, canten sus interminables mantrams o lleven a cabo los complicados  ritos del hinduisnio, casi todos producen la impresión de que sus mentes no cesan de, bullir
Captar esa naturaleza espiritual, descubrir la atmósfera de profunda serenidad que respiran, nos lleva a juntar las manos en el habitual gesto de saludo hindú, componiendo un -narnasté-:---Aalma está junto a la tuya".