PALACIOS EN SELVA MAYA
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Palacios de la selva maya |
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| Si la sabiduría es uno de los atributos que caracteriza a la cultura maya, las ruinas de Palenque son una muestra elocuente. Estratégicamente ubicadas al noroeste de Chiapas, las casi dos mil hectáreas de selva dan cuenta de la importancia que para los mayas tenía la construcción de sus templos. Y que los mexicanos bien quisieron conservar, declarándolos Zona Protegida, el pie para que la UNESCO, los convierta en Patrimonio de la Humanidad. Con estos títulos bajo el brazo, Palenque es un punto clave para aquellos interesados en el turismo arqueológico. De paso es una oportunidad para empaparse de la realidad que se vive en la selva chiapaneca, tierra del ejército zapatista que lidera el mítico subcomandante Marcos. Algunas maravillas Entre las construcciones que se encuentran en el corazón de la selva están el Templo de las Inscripciones, El Palacio -quizás el más hermoso de los antiguos centros ceremoniales-, los templos de la Cruz Foliada, de la Cruz y del Sol. El mérito de la arquitectura avanzada corresponde al rey Pacal, que ascendió al trono a los 12 años y se fanatizó con el diseño hasta que dejó el reinado, a los 68 años. El trabajo en estuco en el Templo de las Inscripciones es un ejemplo del alto nivel que alcanzaron los escultores mayas. Fue construido como un monumento a la memoria del rey -en vida- y para conservar sus restos cuando muriera. Una excepción , ya que los mayas no concebían a estos templos como monumentos funerarios. En la cripta, entonces, está enterrado Pacal rodeado por joyas y tesoros que hoy están exhibidos en el Museo Nacional de Antropología e Historia (máscaras, collares, pulseras, piedras y anillos de jade). Otra maravilla del legado maya es El Palacio. Hay cuatro patios interiores, galerías subterráneas, cámaras, pasillos, escaleras, habitaciones y hasta baños conectados con un caño de desagüe, lo cual demuestra el nivel de urbanización que habían alcanzado. Desde la torre se obtiene la mejor postal de las ruinas. Pero se cree que los mayas la utilizaban para realizar observaciones astronomicas y entrar en contacto con el cosmos. No se equivocaban. Desde allí los atardeceres se ven increíbles y el cielo parece una paleta multicolor.
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