Cuando
me dirigia a visitar el Valle de los Reyes, el autocar se detuvo al borde
de la carretera en un aparcamiento ya previsto para tal menester, frente a
la impresionante imagen de los dos colosos de Memnon y al fondo la vista
del portico al Valle de los Reyes.Hacia mucho calor y tan solo eran las
siete y media de la mañana. Nos esperaba una dura jornada de sudar, pero
valia la pena. Nos encontrabamos cerca de un pueblo llamado Malgatta.Esto
era solo lo que quedaba del templo funerario que Amenofis III se hizo
construir al oeste de Tebas. Estas momnoliticas estatuas de 15 metros de
altura eran la entrada al templo. El soberano estaba sentado en su trono,
mirando hacia el Nilo. Este templo que debió ser gigantesco, fue erigido
por por Amenhotep, hijo de Hapu y arquitecto favorito de Amenofis III. Sin
embargo desde la antiguedad faraonica, comenzó a servir de cantera, y en
la epoca griega ya estaba practicamente destruido. Al parecer un temblor
de tierra en el 27 a.C. abatió lo poco que quedaba. La parte superior de
ambos colosos quedó destruida.El arquitecto Amenhotep, fué muy prolifico
en construir monumentos, de caracter refinado y suntuoso. Cuando el templo
destruido que nos ocupa fue terminado, la maravilla habia terminado. Este
monumento llegó a ser objeto de un fenomeno acustico, comprobado tambien
en otras partes de Egipto, por el cual la estatua, con la diferencia de
temperatura producida en el momento de la salida del sol, emitía un
sonido que segun el geografo griego Estrabon, que lo vió despues del
antes mentado seismo, era analogo a un golpe seco. Estrabon tuvo ocasión
de oirlo y se preguntaba si el ruido procedia de la base o de la estatua
misma, sin embargo incluso llegó a creer finalmente que el ruido podian
producirlo personas que se encontraban junto al zocalo.
En el devenir del tiempo, los griegos vieron en ese coloso la representación
de Memnón, rey de los etiopes, muerto por Aquiles durante la guerra de
Troya. Y ahi se disparó la Leyenda, Memnón herido de muerte, viendo su
fin cercano lanzaba gemidos y lamentos acordandose de su madre, La Aurora
en su Orto. Posteriormente bajo el emperador romano Septimio Severo, a
fines del siglo Ii de nuestra era, la estatua fue restaurada y dejo de
emitir los sonidos. Sin embargo los dos grandes gigantes de piedra
conservaron el nombre de Colosos de Memnón.En el tiempo que el
"lamento" podia oirse, acudia mucha gente a presenciar el extraño
fenomeno, y los visitantes ilustres que acudian a escuchar la estatua
musical durante la epoca romana, dejaron numerosas inscripciones en
griego, visibles en la parte inferior del coloso; algunas conservan la
fecha, las mas antiguas corresponden al reinado de Nerón, si bien la
mayoria de los visitantes, se limitaron ala prosa, hubo otros que
compusieron verdaderos poemas. Entre aquellos que dejaron inscripciones
estaban Asklepiodotos, Balbilla poetisa de la Corte, y varios Gobernadores
de Egipto.
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