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NAN MADOL
Nadie se explica cómo fue posible que en un lugar del
mundo tan apartado y con tan poca población se desarrollase una cultura
capaz de construir una ciudad tan compleja como la de Nan Madol, a la que se
tuvo que dedicar gran cantidad de recursos humanos y técnicos, más propios
de otras latitudes.Cientos de miles de pesados bloques de basalto conforman
la espectacular y misteriosa ciudad de Nan Madol.En
la zona del Pácífico Occidental se localiza el archipiélago de las
Carolinas, cuyo nombre proviene del rey español Carlos II (descubiertas por
Magallanes en el año 1.520). La más extensa de todas las islas es Ponhpei (Ponape)
con poco más de 345 kilómetros cuadrados, donde se haya Palikir, la capital
de los Estados Federados de Micronesia, y compuestos a parte de las
Carolinas (Ponape, Truk y Kosrae) por otro grupo de islas del Estado de Yap,
formando un total de más de 600 islas distribuídas en un área de 2.500
Kilómetros cuadrados que agrupan a unos 164.000 habitantes, cuya principal
actividad eeconómica reside en la agricultura (bananas, coco, frutas
tropicales, etc...).Ponhpei está rodeada de infinidad
de pequeñas islas y arrecifes de coral, y en una de estas islas situada en
su ángulo sudeste, se encuentra uno de los mayores misterios arqueológicos
del mundo. Una enorme ciudad de bloques de basalto se asienta sobre un
arrecife de coral cruzada por numerosos canales y formando alrededor de 100
isletas. La isla central donde se asienta este complejo arqueológico es
conocida con el nombre de Temuen, pero la ciudad recibe el nombre de Nan
Madol, que significa "los espacios entre".Existen un total de 92
construcciones, muchas de ellas comunicadas entre sí por túneles anegados en
la actualidad por el agua y los escombros, con un edificio central principal
rectangular que consta de más de 32.000 bloques de basalto, de los más de
400.000 mil que se supone forman la ciudad, y cuyo peso individual ronda las
20 toneladas, aunque existen estructuras que sobrepasan las 50 toneladas.
Destaca especialmente la presencia de un gran muro de casi 900 metros de
largo, alcanzando en su punto más elevado los 14 metros.Del quién,
absolutamente nada se sabe, no existen indicios que señalen a ningún pueblo
o cultura de la zona, ni existen otras construcciones semejantes en las
islas que rodean Ponhpei. Además, de haber sido tan reciente su
construcción, apenas siete siglos, ¿cómo es posible que no haya quedado
documento alguno de tan grandiosa proeza entre los nativos?.De cómo fue
realizada Nan madol, existen no menos dudas. Se cree que, los gigantescos
bloques fueron transportados en balsas de madera de cocotero, pues es
imposible el transporte por tierra dada la geografía infernal de las islas,
desde alguna cantera no identificada de Ponhpei. Pero no existe explicación
de cómo lograron levantar los bloques de gran tonelaje sobre muros a gran
altura, ni mucho menos de donde salió la mano de obra necesaria para llevar
a cabo tan colosal obra, pues aún hoy en día la población de Ponhpei no
sobrepasa los 35.000 habitantes.No se entiende cómo fue elegido este
apartado y tortuoso punto de la isla principal de Ponhpei para construir
esta ciudad. Desde que los japoneses se hicieron cargo de la administración
de Ponhpei de 1.919 y fueran expulsados posteriormente por las tropas
norteamericanas durante la Segunda Guerra Mundial, son numerosas las pruebas
que indican una enorme actividad de extracción de platino y otros metales de
gran valor por parte de modernos equipos de buceo del fondo de los canales
de Nan Madol, siguiendo las leyendas nativas que indicaban la presencia de
una gran ciudad sumergida en la zona, y de la que Nan Madol sólo era la
puerta de entrada, la parte más visible de la mítica ciudad de Kanimeiso o
Kahnihmweiso (la ciudad de nadie), donde habitaron los reyes del Sol.Existen
gran cantidad de informes de buceadores que denuncian la presencia en los
fondos marinos de Nan Madol, de amplias zonas de construcciones, calles y
avenidas cubiertas de conchas y corales, bloques, monolitos y otras señales
inequívocas de que Nan Madol es tan sólo la punta del iceberg de una gran
civilización que yace olvidada en el fondo del Pacífico.Estos dos hermanos
quisieron construrir su ciudad justo a lado de la antigua ciudad de los
dioses, utilizando un gran dragón que limpió el fondo de los canales y
haciendo volar posteriormente, con su poderosa magia, los bloques de basalto
desde el otro extremo de la isla a su ubicación actual, siendo depositados
suavemente uno tras otro, tanto es así que los hombres podían montar sobre
los bloques sin ningún peligro mientras eran trasladados por los aires.Esta
forma de hacer levitar o volar la piedra tiene gran eco en otros puntos del
mundo. Lo podemos encontrar en lugares tan alejados unos de otros como son
la Isla de Pascua, Egipto, Tibet, Tihuanaco, Stonehenge, etc, ... .
la casualidad?
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