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El azul añil del agua, el verde de la vegetación, la
brisa constante y el sonido acuático inagotable contribuyen a hacer de este
lugar, situado a 133 km de San Cristóbal de Las Casas, uno de los más
espectaculares e inolvidables de México. El río Agua Azul desciende su lecho
calizo en escalones formando una serie de impresionantes cataratas que crean
albercas naturales contenidas por diques calcáreos, los llamados " gours " en la
terminología geológica. La carretera conduce al sitio donde se ubican los
modestos servicios con que cuenta. No son cascadas que se encuentran allí las únicas. Los
intrépidos pueden alcanzar, con la ayuda de guías locales, otras todavía más
espectaculares, pues la escalera continúa aguas abajo hasta que el río se
precipita al Tulijá, formando una de las más bellas cortinas de agua. El famoso
color azul, debido en gran medida al lecho calizo, sólo es perceptible en época
de secas. En la lluvia, sin embargo, la espectacularidad no disminuye pues es
cuando aumenta el volumen hídrico.
Unos 34 km al norte de Agua Azul, se
precipita la espectacular cascada Misoljá, de aproximadamente 30 m de altura, en
medio de una rica vegetación selvática compuesta por altos ejemplares de caobas,
chicozapotes, canshanes y palos de agua. En la amplia poza que el río colma al
caer es posible practicar, con prudencia, la natación. El lugar funciona como
parque turístico ejidal y cuenta con discretos servicios, entre ellos, cabañas
para hospedaje. |
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