Desde
siempre, el mar ha ejercido una profunda fascinación en las mentes, dando
origen a un sinnúmero de historias difundidas por marinos de imaginación
encendida. Una de ellas, el enigma de la Mary Celeste, contribuye a
mantener el mito de los barcos fantasmas.
El
5 de diciembre de 1872, el De¡ Gratias, bajo las órdenes del capitán
Morehouse, se encuentra a unas 600 millas de las costas portuguesas,
cuando se cruza con un barco, la Mary Celeste, que zigzaguea curiosamente
y cuyas velas están casi todas desplegadas.
Una
tripulación desvanecida
Al
no responder la nave a las señales, Morehouse la alcanza y pide a tres de
sus hombres
que suban a bordo. Los marineros recorren la nave, que se encuentra
desierta y sin sus botes salvavidas En la bodega descubren 1.700 toneles
de alcohol y viveres para, por lo menos, seis meses. El barco está en
buen estado, a pesar de la gran cantidad de agua acumulada en la
entrecubierta y las bodegas. En contraposición, el sextante, el cronómetro
y los libros de navegación han desaparecido. La bitácora se detiene el
25 de noviembre, registro que hace pensar que el barco anduvo a la deriva
durante más de quince días y recorrió alrededor de quinientas millas.
Otras sorpresas esperan a los marinos, en particular, el hecho que seis
ventanas de los camarotes de popa están elausuradas con tela y tablas de
madera. La tripulación parece haber abandonido repentinamente el barco,
sin razón aparente, para no volver más.
Una
investigación difícil
La
Mary Celeste es
llevada al puerto de Gibraltar y examinada por las autoridades judiciales.
Los resultados son decepcionantes, con la excepción del descdbrimiento de
una tajadura reciente de dos metros de largo, ubicada sobre la línea de
flotación. Se encontraron también rastros rojizos sobre la borda, pero
investigaciones ultenores comprobaron que se trataba de óxido. La
hipótesis del procurador general Solly Flood es que la tripulación se
emborrachó y asesinó al capitán, un tal Briggs, junto a su esposa, su
pequeña hija y al teniente. Los marineros habrían dañado el barco para
dar la impresión de que fueron obligados a abandonarlo después de haber
chocado con unas rocas y se habrían ido en los botes salvavidas. Pero,
como no se encontró ningún rastro de violencia a bordo del buque, esta
explicación no convenció a todo el mundo.
Según
el teniente Deveau, del De¡ Gratias, los marineros, asustados por la gran cantidad de agua
que invadió las bodegas por alguna razón desconocida, habrían
abandonado el barco pensando que iba a naufragar. Para él, la
tripulación murió probablemente en el mar.
En
cuanto se supo del misterio de la Mary
Celeste, la noticia estuvo en la primera
plana
de los diarios del mundo entero; posteriormente, al no resolver la
investigación el enigma, las revistas piden a diferentes autores que
conciban una explicación.
Respuestas
novelescas
Conan Doyle y H. G. Wells responden al llamado. Los años pasan y
se proponen las soluciones más diversas: islas volcánicas que habrían
alzado momentáneamente el barco, ataque de un pulpo gigante, locura
colectiva, envenenamiento e incluso, la intervención de
¡extraterrestres!
Un
periodista llamado William Klein imagina, por su parte, una conspiración
montada por Morehouse y Briggs para obtener el premio por el salvamento. Pero
esta hipótesis supone mucho esfuerzo para un resultado, por ende,
modesto: la tripulación del De¡
Gratias recibió sólo 8.528 dólares como premio por el salvamento,
la quinta parte del valor del cargamento.
La
leyenda, sin embargo, no deja de embellecerse y se le agregan ciertos
elementos maravillosos, como el supuesto descubrimiento, en la cocina de
la Mary Celeste, de un pollo
todavía caliente y tazas de té humeantes, que acentúan el carácter
misterioso del caso. En 1885, la Mary
Celeste encalla una última vez, llevándose para siempre su secreto,
que sigue siendo uno de los más célebres de la historia del mar.
OTROS
BARCOS ABANDONADOS
La
historia de la marina está llena de enigmas parecidos al de la Mary
Celeste. Decenas de naves en perfecto estado son abandonadas
repentinamente y sin razón aparente por tripulaciones que jamás se han
vuelto a ver.
Casos
anteriores. En
1840, un barco francés, el Rosalie, es encontrado al garete en el mar,
sin tripulación, con las velas izadas y su cargamento intacto. Ninguna
huella de riña se encontró a bordo. En 1850, el Seabird es descubierto
cerca de Newport, únicamente con un perro a bordo. El café aún estaba
caliente sobre la cocinilla y los instrumentos de navegación todavía
funcionando. Incluso hay olor a tabaco en los camarotes. En 1883, la
goleta J. C. Cousins encalla sobre las costas americanas, cerca M faro de
Cariby (Oregon). Los guardacostas, llegados de prisa, no encuentran nadie
a bordo. En la cocina, la estufa está todavía caliente y la me
sa puesta. La bitácora, cuya última anotación es de la misma mañana,
no menciona ningu
na
anomalía susceptible de explicar lahuida de la tripulación.
Desapariciones
contemporáneas. Barcos
modernos, equipados con radios que les permiten pedir socorro sin demora,
son también víctimas de estas aventuras. En 1953, el Holchu
es descubierto sin daños al garete entre las islas Nicobar y Andaman.
Los testigos que suben a bordo constatan que el barco tiene todos los víveres
y el combustible necesarios. Parece que estaban a punto de servir una
comida. Y, aunque la radio funcionaba, la tripulación no envió ningún
mensaje.
Ninguna
explicación seria. Lo
aparentemente súbito de¡ abandono y la ausencia de rastros de violencia
impiden creer en la hipótesis de actos de piratería o de un motín. Por
lo demás, abandonar el navío en los botes salvavidas significa una
muerte segura para la tripulación. En todos los casos citados, el misterio
permanece sin respuesta.
¿Un
barco maldito?
La
Mary Celeste parece haber sido
marcada por el destino. Su primer capitán muere incluso antes del viaje
inauguraL durante el que choca con un barco pesquero. El 10 de junio de
1864, mientras se llama todavía la Amazon, uno de sus numerosos
comandantes, Henri Winchester, se ahoga en el puerto de Boston. En 1856,
el barco encalló a la altura de Key West.
Comprado
por sucesivos armadores navieros, el buque vuelve a naufragar, sobre la
isla de Cap‑Bretón en 1867, a la vuelta de un viaje a Inglaterra,
en el que hundió una goleta. Adquirida la nave por otro armador y
rebautizada Mary Celeste, vuelve
al mar. En 1872, sobreviene el drama que la haría célebre.
Vendida
y reparada, la Mary Celeste se hace a la mar. Pero los marineros la consideran
maldita: cambia de dueño diecisiete veces, para escapar, en vano, a su
siniestra reputación. En enero de 1885, su último capitán, G. C.
Parker, para cobrar el seguro, la lanza voluntariamente sobre unos
arrecifes a la cuadra de Haití. Acusado por ello del "crimen de
baratería" , es arrestado, pero muere antes die comparecer ante La
justicia.
Leyenda
del Marie Celeste
Leyenda
del Marie Celeste, bergantín estadounidense encontrado en el océano
Atlántico el 5 de diciembre de 1872, completamente vacío a pesar de
navegar a toda vela. El Marie
Celeste se construyó en Nueva Escocia en 1861. El 5 de noviembre de
1872 zarpó de Nueva York rumbo a Génova con una carga de alcohol
industrial. Un mes más tarde fue avistado por la tripulación del Dei
Gratia a medio camino entre la costa portuguesa y las Azores. No había
rastro del capitán, ni de su mujer ni su hijo, ni de ningún otro miembro
de la tripulación. Tampoco se encontraron el bote salvavidas, el
sextante, el cronómetro ni el cuaderno de bitácora, pero la carga estaba
intacta. Los tribunales navales de Gibraltar investigaron el caso sin
llegar a una conclusión satisfactoria sobre el destino de la tripulación.
Desde
entonces se han aventurado diversas explicaciones que van desde lo más fácil
de imaginar (que la tripulación abandonara el barco creyendo que iba a
irse a pique) hasta las más fantasiosas (que el barco fue atacado por los
piratas o por un calamar gigante, o que la tripulación huyó creyendo que
la carga estaba a punto de explotar). La desaparición de la tripulación
del Marie Celeste sigue siendo
uno de los más famosos misterios del mar.
ORIGEN DE DATOS: ENCICLOPEDIA ENCARTA 2001
Desde
siempre el mar ejerció una profunda fascinación en las mentes,
originando un sinnúmero de historias difundidas por marinos de imaginación
encendida. Una de ellas, el enigma de un velero al garete sin tripulación,
contribuye a mantener el mito de los barcos fantasmas.
LA
MARY CELESTE
El 5 de
diciembre de 1872, el Dei Gratias, bajo las órdenes del capitán
Morehouse, se encuentra a unas 600 millas de las costas portuguesas,
cuando se cruza con un barco, la Mary Celeste, que zigzaguea curiosamente
y cuyas velas están casi todas desplegadas.
UNA
TRIPULACIÓN DESVANECIDA
Al no
responder la nave las señales, Morehouse la alcanza y pide a tres de sus
hombres que suban a bordo. Los marineros recorren la nave que se encuentra
desierta y sin sus botes salvavidas.
En la bodega
descubren 1700 toneles de alcohol y víveres para por lo menos 6 meses. El
barco está en buen estado pese a la gran cantidad de agua acumulada en la
entrecubierta y las bodegas. En contraposición, el sextante, el
cronómetro y los libros de navegación desaparecieron. La bitácora se
detiene el 25 de noviembre, registro que hace pensar que el barco
anduvo a la deriva durante más de 15 días y recorrió alrededor de 500
millas. Otras sorpresas esperan a los marinos, en particular el hecho que
seis ventanas de los camarotes de popa están clausuradas con tela y
tablas de madera. La tripulación parece haber abandonado repentinamente
el barco, sin razón aparente, para no volver más.
UNA
INVESTIGACIÓN DIFÍCIL
La Mary
Celeste es llevada al puerto de Gibraltar y examinada por las autoridades
judiciales. Los resultados son decepcionantes, con la excepción del
descubrimiento de una tajadura reciente de dos metros de largo, ubicada
sobre la línea de flotación. Se encontraron también rastros rojizos
sobre la borda, pero investigaciones ulteriores comprobaron que se trataba
de óxido.
La
hipótesis del procurador general Solly Flood es que la tripulación se
emborrachó y asesinó al capitán, un tal Briggs, junto a su esposa, su
pequeña hija y al teniente. Lo marineros habrían dañado el barco para
dar la impresión de que fueron obligados a abandonarlo después de chocar
con unas rocas y se habrían ido en los botes salvavidas. Pero como no se
encontró ningún rastro de violencia a bordo del buque, esta explicación
no convenció a todo el mundo.
Según el
teniente Deveau, del Dei Gratias, los marineros, asustados por la gran
cantidad de agua que invadió las bodegas por alguna razón desconocida,
habrían abandonado el barcopensando que iba a naufragar. Para él la
tripulación murió probablemente en el mar.
En cuanto se
supo del misterio de la Mary Celeste, la noticia estuvo en la primera
plana de los diarios del mundo entero; posteriormente, al no resolver la
investigación el enigma, las revistas piden a diferentes autores que
conciban una explicación.
RESPUESTAS
NOVELESCAS
Conan Doyle y H. G.
Wells responden al llamado. Los años pasan y se proponen las soluciones
más diversas: islas volcánicas que habrían alzado momentáneamente el
barco, ataque de un pulpo gigante, locura colectiva, envenenamiento e
incluso la intervención de... ¡extraterrestres!
Un
periodista llamado William Klein imagina, por su parte, una conspiración
montada por Morehouse y Briggs para obtener el premio por el salvamento.
Pero esta hipótesis supone mucho esfuerzo para un resultado, por ende,
modesto: la tripulación del Dei Gratias recibió solo 8528 dólares como
premio por el salvamento, la quinta parte del valor del cargamento.
La leyenda
sin embargo no deja de embellecerse y se le agregan ciertos elementos
maravillosos, como el supuesto descubrimiento en la cocina de la Mary
Celeste de un pollo todavía caliente y tazas de té humeantes, que
acentúan el carácter misterioso del caso. En 1885, la Mary Celeste
encalla una última vez, llevándose para siempre su secreto, que sigue
siendo uno de los más célebres de la historia del mar.
¿UN
BARCO MALDITO?
La Mary
Celeste parece haber sido marcada por el destino. Su primer capitán muere
incluso antes del viaje inaugural, durante el que choca con un barco
pesquero. El 10 de junio de 1864, mientras se llama todavía la Amazon,
uno de sus numerosos comandantes, Heri Winchester, se ahoga en el puerto
de Boston. En 1856 el barco encalló a la altura de Key West.
Comprado por
sucesivos armadores navieros, el buque vuelve a naufragar sobre la isla de
Cap-Breton en 1867 a la vuelta de un viaje a Inglaterra en el que hundió
una goleta. Adquirida la nave por otro armador y rebautizada Mary Celeste
vuelve al mar. En 1872 sobreviene el drama que la haría célebre.
Vendida y
reparada la Mary Celeste se hace a la mar. Pero los marineros la
consideran maldita: cambia de dueño 17 veces para escapar a su siniestra
reputación. En enero de 1885 su último capitán, G:C: Parker, para
cobrar el seguro, la lanza voluntariamente sobre unos arrecifes a la
cuadra de Haití. Acusado por ellos del "crimen de baratería",
es arrestado, pero muere antes de comparecer ante la justicia.
Otros
Barcos Abandonados
La historia de la marina está llena de enigmas parecidos al de la Mary
Celeste. Decenas de naves en perfecto estado son abandonadas
repentinamente y sin razón aparente por tripulaciones que jamás se
volvieron a ver.
Casos
Anteriores.- En 1840, un barco francés, el Rosalie, es encontrado al
garete en el mar, sin tripulación, con las velas izadas y su cargamento
intacto.Ninguna huella de riña se encontró a bordo. En 1850 el Seabird
es descubierto cerca de Newport, únicamente con un perro a bordo. El
café aún estaba caliente sobre la cocinilla y los instrumentos de
navegación todavía funcionando. Incluso hay olor a tabaco en los
camarotes. En 1883, la goleta J.C. Cousins encalla sobre las costas
americanas cerca del faro de Canby (Oregon). Los guardacostas, llegados de
prisa, no encuentran a nadie a bordo. En la cocina la estufa está
todavía caliente y la mesa puesta. La bitácora, cuya última anotación
es de la misma mañana, no menciona anomalía susceptible de explicar la
huida de la tripulación.En 1840, un barco francés, el Rosalie, es
encontrado al garete en el mar, sin tripulación, con las velas izadas y
su cargamento intacto.Ninguna huella de riña se encontró a bordo. En
1850 el Seabird es descubierto cerca de Newport, únicamente con un perro
a bordo. El café aún estaba caliente sobre la cocinilla y los
instrumentos de navegación todavía funcionando. Incluso hay olor a
tabaco en los camarotes. En 1883, la goleta J.C. Cousins encalla sobre las
costas americanas cerca del faro de Canby (Oregon). Los guardacostas,
llegados de prisa, no encuentran a nadie a bordo. En la cocina la estufa
está todavía caliente y la mesa puesta. La bitácora, cuya última
anotación es de la misma mañana, no menciona anomalía susceptible de
explicar la huida de la tripulación.En 1840, un barco francés, el
Rosalie, es encontrado al garete en el mar, sin tripulación, con las
velas izadas y su cargamento intacto.Ninguna huella de riña se encontró
a bordo. En 1850 el Seabird es descubierto cerca de Newport, únicamente
con un perro a bordo. El café aún estaba caliente sobre la cocinilla y
los instrumentos de navegación todavía funcionando. Incluso hay olor a
tabaco en los camarotes. En 1883, la goleta J.C. Cousins encalla sobre las
costas americanas cerca del faro de Canby (Oregon). Los guardacostas,
llegados de prisa, no encuentran a nadie a bordo. En la cocina la estufa
está todavía caliente y la mesa puesta. La bitácora, cuya última
anotación es de la misma mañana, no menciona anomalía susceptible de
explicar la huida de la tripulación.
Desapariciones
Contemporáneas.- Barcos modernos, equipados con radios que les
permiten pedir socorro sin demora son también víctimas de estas
aventuras. En 1953 el Holchu es descubierto sin daños al garete entre las
islas Nicobar y Andaman. Los testigos que subren a bordo constatan que el
barco tiene todos los víveres y el combustible necesarios. Parece que
estaban a punto de servir una comida. Y aunque la radio funcionaba, la
tripulación no envió ningún mensaje.Barcos modernos, equipados con
radios que les permiten pedir socorro sin demora son también víctimas de
estas aventuras. En 1953 el Holchu es descubierto sin daños al garete
entre las islas Nicobar y Andaman. Los testigos que subren a bordo
constatan que el barco tiene todos los víveres y el combustible
necesarios. Parece que estaban a punto de servir una comida. Y aunque la
radio funcionaba, la tripulación no envió ningún mensaje.Barcos
modernos, equipados con radios que les permiten pedir socorro sin demora
son también víctimas de estas aventuras. En 1953 el Holchu es
descubierto sin daños al garete entre las islas Nicobar y Andaman. Los
testigos que subren a bordo constatan que el barco tiene todos los
víveres y el combustible necesarios. Parece que estaban a punto de servir
una comida. Y aunque la radio funcionaba, la tripulación no envió
ningún mensaje.
Ninguna
Explicación Seria.- Lo aparentemente súbito del abandono y la
ausencia de rastros de violencia impiden creer en la hipótesis de actos
de piratería o de un motín. Por lo demás, abandonar el navío en los
botes salvavidas significa una muerte segura para la tripulación. En
todos los casos citados, el misterio permanece sin respuesta.Lo
aparentemente súbito del abandono y la ausencia de rastros de violencia
impiden creer en la hipótesis de actos de piratería o de un motín. Por
lo demás, abandonar el navío en los botes salvavidas significa una
muerte segura para la tripulación. En todos los casos citados, el
misterio permanece sin respuesta.Lo aparentemente súbito del abandono y
la ausencia de rastros de violencia impiden creer en la hipótesis de
actos de piratería o de un motín. Por lo demás, abandonar el navío en
los botes salvavidas significa una muerte segura para la tripulación. En
todos los casos citados, el misterio permanece sin respuesta.
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