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Un mason en la prisión de la bastilla

El EXTRANO CAGLIOSTRO  

Divina Serafina"

La masoneria egipcia

El fin de la aventura

La masoneria hasta el siglo XVIII

Un retrato de Cagilostro

logica masonica en el siglo xvIII

Gagliostro

De Roma a Londres, de Madrid a San Petersburgo, de París a Amsterdam, Cagliostro se introduce en todas las cortes, seduce, fascina, forma discípulos y se enriquece. Tan sincero en su amor por el dinero como en sus investigaciones esotéricas, el extraño conde sigue siendo un personaje inasible. En Palermo, bajo el duro sol de Sicilia, nace en 1743 Giuseppe Balsamo, hijo de‑ un empleado de tienda. Desde su tierna infancia, el pequeño Giuseppe es inquieto e indisciplinado. Es admitido en el seminario a los doce años y se hace expulsar después de una serie de pequeños hurtos. Su padre lo coloca entonces como aprendiz con el boticario de un convento. La manipulación de polvos y ungüentos es una revelación para Giuseppe. Por primera vez, es un alumno atento, apasionado por la química y la farmacopea. Sin embargo, también e5 expulsado después de algunos meses por una broma poco apreciada por los monjes: recita sus oraciones reemplazando los nombres de las santas por los de prostitutas famosas. En Palermo y luego en Nápoles, Giuseppe se vuelve primero pintor para los turistas, luego falsificador de cuadros, fabricante de documentos de identidad, proxeneta... Aprende el arte de la prestidigitación y enriquece sus trucos de magia utilizando productos químicos. Convertido en "mago", vive explotanto la credulidad del público. Una de sus presentaciones termina mal cuando un cliente, al ver que ha sido estafado, quiere recuperar su apuesta de sesenta onzas de oro. Giuseppe Bálsamo debe huir de Nápoles aprisa.

Dívina Serafina"

En Roma, Giuseppe retorna a sus actividades habituales: falsificación de cuadros, colectas a favor de órdenes religiosas imagi­narias y charlatanerías de toda laya. En 1768 conoce a una mujer muy bella, Lorenza Feliciani, con la que contrae matrimonio.Hija de un pequeño artesano, inteligente y ambiciosa, empuja a Cagliostro para que no se contente con sus pequeñas truhanerías y lo bautiza con el nombre de conde de Ca­gliostro. Ella se transforma en Serafina. In­vierten en bellos ropajes y parten a hacer fortuna en España, donde nadie los conoce.Su plan es muy simple: Lorenza‑Serafina, irresistiblemente bella, se deslizará en el lecho de los poderosos mientras que Bálsamo~Cagliostro establecerá en los salones conocidos su reputación de mago. Esta perspectiva no molesta a Cagliostro, quien ya ha oficiado de proxeneta en Nápoles. El plan tiene completo éxito, ya que apenas llegada a España, Serafina seduce al virrey. Cagliostro, introducido por ella en la alta sociedad, embauca a los ingenuos. Los dos timadores viajan luego a Inglaterra, donde Serafina aliviana a un viejo lord de una parte de su fortuna mientras su marido hace evaporarse "torpemente" un collar de diamantes en una experiencia satánica que 'Tracasa". En Francia, ella entibia el lecho del cardenal de Rohan. Muy pronto, Paris no habla más que de la "divina Serafina" y del maravilloso mago que la acompaña.

  La masonería egipcia

  De capital en capital, Cagliostro se da cuenta de que sus jugadas se vuelven peligrosas y de que puede ser fácilmente desenmascarado. Ya ha probado la paja húmeda de los calabozos londinenses. Entonces, modifica su campo de actividades y se interioriza en la alquimia y en el esoterismo. Se proclama luego el "Gran Copto de Asia y de Europa" y cuenta que es el hijo desposeído de un rey de Trebizonda, recogido en su infancia por el califa de La Meca, quien lo inició en los secretos de Persia, del Islam y de la India. Habría perfeccionado posteriormente su educación con los derviches giradores y luego en una secta egipcia, antes de ser instruido en alquimia en Damasco y después en los laboratorios secretos de los caballeros de Malta... En los años de 1770, la masonería experimenta un impulso formidable y Cagliostro, iniciado en una logia tradicional, decide crear su propia secta, la masonería egipcia, caracterizada por una estructura jerárquica rígida. Su éxito es fulminante y el negocio le produce grandes ganancias. Pero, también, sin duda por primera vez en toda su existencia, Cagliostro parece apasionarse realmente por sus investigaciones. Con dos compañeros lioneses, Magneval y Saint‑Costard, efectúa un trabajo esotérico serio y profundo. Y aquí se revela otro Cagliostro: pensó solamente en documentarse a fin de preparar un nuevo timo, pero se deja llevar por el juego y se transforma en un verdadero esotérico. Sus sistemas simbólicos convierten a muchos en discipulos suyos y la masonería egipcia hace escuela.

  El fin de la aventura

  En 1786, Cagliostro está en la cima de su gloria. Paralelamente a la masoneria egipcia,no ha podido evitar regresar a sus actividades como mago y manifiesta su habitual atracción por las piedras preciosas. De modo que, cuando estalla el asunto del collar que compromete a la reina María Antonieta, es acusado de haber robado la joya. Detenido, es llevado a la Bastilla el 22 de agosto. Diez días después, queda libre de toda sospecha. Sin embargo, permanece durante casi un año en la Bastilla, lo que le permite aparecer, a los ojos de los liberales, como un símbolo de la arbitrariedad real. Cuando sale por fin en libertad y mientras los parisinos lo festejan, recibe un duro golpe: un decreto de expulsión en su contra. Debe abandonar Francia en el plazo de dos semanas. Regresa a Roma, donde Serafina lo traiciona definitivamente. Lo denuncia al Santo Oficio de mantener relaciones con Satanás. Cagliostro es nuevamente arrojado a prisión, donde muere, demente, en 1795. Aún hoy en día los esotéricos se interrogan sobre el verdadero Cagliostro. Era sin lugar a dudas un pillo sin escrúpulos, pero ello no debería desacreditar sus investigaciones esotéricas. En muchos lugares se practican todavía los rituales de la masoneria egipcia.

La masonería hasta el siglo XVIII

  Los primeros masones son, según la leyenda, los constructores de¡ Templo de Salomón. En realidad, es solamente a partir de la Edad Media cuando se forman las primeras sociedades. Los masones (llamados también "francmasones" por sentirse "francos" o libres de toda esclavitud) se organizaban entonces en corporaciones, en cuyo seno los miembros se transmitían secretos estrictamente profesionales, relativos a los métodos y técnicas de construcción. (En francés "masón" significa albañil). Estas corporaciones fueron declinando a partir de¡ siglo XV, para renacer bajo un nuevo aspecto en el XVII: las "logias" que acogen a personalidades de la nobleza, de¡ clero y de la burguesía sin ninguna relación con el arte de la construcción. Los secretos de los masones se refieren en lo sucesivo a orientaciones de tipo más filosófico que práctico. En el siglo XVIII, las logias se multiplican. Es desde Inglaterra, donde la logia principal es la Gran Logia de Londres, protestante y fundada en 1717, que la masonería se expande en Francia. En 1740 se cuenta con una veintena de logias y en 1789 ya son más de seiscientas. El Gran Oriente de Francia ocupa entonces una posición dominante, pero numerosas pequeñas sectas, entre ellas la masonería egipcia de Cagliostro, tratan de darse a conocer.

Un retrato de Cagilostro

 

Un contemporáneo de Giuseppe Balsamo, el conde Geugnot, traza en sus Memorias (publicadas en 1866), el siguiente retrato: Y ra de estatura más bien baja, bastante gordo, con la tez aceitunada, el cuello muy corto, el rostro redondo, adornado con dos grandes ojos salientes y una nariz ancha y respingada. Tenía todo el aspecto exterior y los avios de un charlatán y causaba sensación, sobre todo entre las damas, apenas entraba en un salón. Ese día llevaba un traje a la francesa, numerosos anillos de valory las hebillas de sus zapatos eran tan brillantes que parecían de diamantes finos".