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Max o el "Cráneo del Destino", es el nombre de una de las
calaveras de cristal más famosas que en distintos puntos del continente
americano se han encontrado.Fue en el año 1.927, cuando el explorador inglés
Fredrik A. Mitchell-Hedges realizando unas excavaciones en las ruinas mayas
de Lubaantum (Belice), halló este extraño objeto de poco más de 5 Kilos de
peso y que tiene la particularidad de poseer la mandíbula articulada. El
mismo día del descubrimiento, la hija de Mitchell-Hedges, Anna, cumplía
diecisiete años por lo que el cráneo de cristal terminó siendo un regalo
para la joven.La perfección técnica en el diseño y elaboración de esta
calavera ha fascinado a una verdadera legión de investigadores de numerosas
disciplinas, por no hablar de las distintas corrientes esotéricas que la
atribuyen poderes sobrenaturales y que la han rodeado de un aura de magía y
leyenda.Su más que posible fabricación por parte de artesanos mayas esta
rodeada de todo tipo de dudas e imposibilidades técnicas. Realizada sobre
cristal de cuarzo, este cráneo alcanza una dureza en la escala de Mohs de 7
sobre 10, sólo pudo ser cortado y pulido con toda precisión con herramientas
de diamante. Ha sido sometida a diferentes análisis, pero quizás el más
conocido de todos ellos fue el realizado a principios de los años 70 por la
compañía estadounidense Hewlett-Packard, cuyos resultados desconcertaron a
toda la comunidad científica. Sus conclusiones eran rotundas. 300 años de
trabajos manuales!!!, y sólo así poder cortar y pulir este objeto con las
rudimentarias herramientas de las que disponían los mayas. Los indígenas que
acompañaron a Mitchell-Hedges en Lubaantum (lugar de las piedras caídas) y
siempre según sus propias palabras, aseguraron que el "Cráneo del Destino"
superaba los 3.600 años de antigüedad.
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