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La cultura africana disfrutó de la
magnetoterapia por medio de la magnetita, piedra negra, de la cual se ha encontrado recientemente una mina, cuya antigüedad se calcula en aproximadamente diez mil años.
La magnetita era utilizada por los egipcios. Se preparaban pociones con la molienda de dicha piedra; también se fabricaban finos polvos que eran adicionados en las comidas. A su vez, se realizaban aplicaciones en forma de tópicos, en las lesiones de la piel y las mucosas. Se la aplicó para usos cosméticos y se
confeccionaban collares,a partir de esta materia prima, mezclada con otros elementos naturales que le
proporcionaban colores variados. En el siglo 1 de la Era Cristiana, los chinos llevaban registros de los efectos que las variaciones en el magnetismo del campo terrestre tenían sobre la salud y la enfermedad. Utilizaron brújulas muy
sensibles para registrar dichas variaciones. Más recientemente, en la década del cincuenta, Japón aventajaba al resto de los países en materia de trabajos científicos publicados sobre campos magnéticos. Durante la década del setenta,
tuvieron lugar varios Congresos médicos sobre "Magnetismo y su efecto sobre los seres vivos" y numerosas
conferencias sobre campos magnéticos y su relación con la calidad de vida. No es posible atribuir la
curación de las enfermedades a los imanes por sí mismos, sino que su intervención consiste en
estimular las funciones regeneradoras del cuerpo para que se cure a sí mismo. El magnetismo es un evento
totalmente natural. No se trata de magia ni de medicina. Se trata de darle la oportunidad a la célula de optimizar su calidad de vida. Actualmente, se están expandiendo las terapias magnéticas por medio de dispositivos eléctricos y también la
aplicación de imanes permanentes portables. Se suele utilizar en el tratamiento de esguinces,
distensiones musculares, fracturas, quemaduras, heridas cortantes, ete. La terapia de campos magnéticos contribuye no sólo a la recuperación, sino que permite reducir los tiempos de tratamiento. En las heridas, es posible disminuir el tiempo de curación a la mitad. Se observa que el tejido cicatricial es menor y que
mejora la simetría. En el abordaje de la artritis, los problemas articulares, las úlceras diabéticas y otras patologías,
la terapia de campos magnéticos ha demostrado resultados francos. Los pequeños imanes
portables, artesanales, sin conexiones eléctricas, permiten la continui dad del tratamiento en el hogar, sin ningún tipo de riesgo. Dichos imanes son empleados para crear microcampos magnéticos permanentes, que atraviesan el tejido muscular, disminuyendo la compresión de los nervios y mejorando la lubricación de las articulaciones. Se trata de una terapia
noinvasiva.También son aplicados, cuando el caso así lo requiere, siguiendo los tra - vectos descriptos por la Teoría de la Acupuntura. En dichos tratamientos, se aplican mini-imanes sostenidos por banditas
adhesivas. El efecto circulatorio producido por los imanes es documentado en la Ley de Faraday y en el "Efecto
Hall", dos leyes de la Física, mundialmente aceptadas. Se han realizado investigaciones con instrumentos de medición para documentar en qué forina los campos magnéticos afectan a los organismos vivos. Mencionaremos ciertos factores importantes: aumento del flujo sanguíneo, que deriva en aumento de la capacidad de transporte del oxígeno; cambios en el movimiento de los iones de calcio, que pueden transportar mayor cantidad hacía un hueso fracturado o, remover el exceso depositado en articulaciones dolorosas; equilibrio del pH de varios fluidos corporales, que suelen perderlo en los procesos de enfermedad; producción de hormonas de las glándulas endócrinas hasta alcanzar un sano equilibrio; efectos sobre la actividad enzimática y otros procesos bioquímicos.
POR GRACIELA PEREZ MARTINEZ
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