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VALLE DE LAS MOMIAS

MARAVILLOSOS DESCUBRIMENTOS

  Un tour por la historia

  Ritual en el quirófano

                  
Desde el año pasado , el oasis egipcio de baharika­, a trescientos km al sudeste de El Cairo es imán para el turismo. La corriente se desató poco después que los,arqueólogos ­ iniciaran sus excavaciones en lo que finalmente quedaría  bautizado como..el Valle de las momias doradas. Las crónicas de esta historia reciente, pero cargada de sugestión y rigor científico incluye un agradecimiento especial para un burro. En1996 un guarda dé antigüedades del templo de  Alejandro el Grande cruzaba el desierto con él pobre animal que tropezó, quedó atascado y finalmentete cayó. En el lugar quedó un hueco abierto que llamó mucho la átenci6n. Sobre todo por los destellos de luz que preanunciaban uno de los hallazgos arqueológicos más importantes del siglo XX, . Bajo las arenas del desierto comenzó entonces una inestigación de gran escala que en mayo culmino con el descubrimiento dé 100 de las 10 mil momias que se calcula que habría enterradas en el lugar. Y además, la tumba del gobernador de la época fara6nica. El oasis ‑antiguo centro agrícola de la  era faraónica y famoso por su vino, atrae a los viajeros también por sus cataratas, Bir al‑Ghaba y Bir al‑Mattar, al este de El Bawiti, la capital de Bahariya de 30 mil habitantes. Según el Consejo superior de Antigüedades * `as, la tumba tiene unos 2.500 años y pertenecía al gobernador Ged lansu iov on, integrante de la dinastía XXVI del período Saita (aflos 664‑525 antes de Cristo). El sarcofago del gobernador apareció debajo de una construcción del siglo pasado, en la áudad de El Bawiti

 

MARAVILLOSOS DESCUBRIMENTOS

 

. Aunque son auténticas piezas de museo, el viajero puede darle un vistazo a las vasijas que fueron encontradas en la zona. Igualmente custodiadas por los arqueólo­gos se pueden ver numerosos escarabajos de piedra y varias estatuillas que se coloca­ban sobre las tumbas para acompañar a los muertos en su encuentro con los dio­ses. La buena racha de los arqueó.logos egipcios, sin embargo, había empezado el año pasado, cuando el equipo que lidera el director de antigüedades del Sahara, Z‑ahí Hawass, encontró siete tumbas y más, de 100 momias, familias enteras de egipcios que habían esperado allí más de dos mil años ser rescatadas del olvido. Nunca antes se habían descubierto tantas momias juntas en un mismo lugar. Por eso, ver en vivo el trabajo de hormiga de los arqueólogos resulta apasionante, ya que comparan el acontecimiento con el hallazgo, en 1922, de la tumba de Tutankarnon en el Valle de los Reyes .Ahora, los fanáticos de los descubrimientos arqueológicos tienen un nuevo lugar para participar de los hallazgos bajo las arenas desérticas. Esta nuéva ciudad de Seres envueltos en vendas de lino  y recubiertas en oro le    garantizaba á los doce investigadores interdisciplinarios (arqueólogos,,arquitectos, ingenieros, restauradores y conservadores ,no menos de una década de trabajo por delante. Fruto de las excavaciones y de una tarea que combina en partes iguales técnica y paciencia, van apareciendo infinidad de herramientas, útiles religi4sos y domésticos. Entre los últimos descúbrímiento los arqueólogos desenterraron cámaras mortuorias talladas en roca. A raíz de esto  pudieron establecer patrones históricos: la mayoría de las tumbas encontradas pertenece al período de dominación romana en Egipto, que empezó justo antes del nacimiento de Cristo y se prolongó durante varios siglos.

  Un tour por la historia

  El lugar que hasta el año pasado quedaba afuera del tradicional circuito turístico, está cobrando fama gracias a los cadáveres embalsamados, un arte milenario que no sólo servía para conservar el cuerpo. También atesoraban los sentimientos: se encontró una momia de mujer con su cara entornada 'entornada hacia su marido, transmitiéndole amor y afecto. Los viajeros decididos a hacer esta experiencia deben alojarse durante cuatro días en una tienda de campaña, luego de una travesía en 4x4 que cruza el desierto saliendo desde El Cairo. El tour arranca por la "liabitación del tránsito», el lugar donde el muerto empezaba su viaje al nuevo mundo. Con un intenso olor a resina que pegotea todo el ambiente,el  viaje sigue por una segunda habitación donde se ubi­can las estatuas de Amabis, guardián de los muertos. Si bien el acceso  a las tumbas está restringido, se puede visitar el area donde trabaja el  equipo de, H,awass.

  Ritual en el quirófano             

El ritual de los antiguos egipcios para momificar a sus muertos no era cosa sencilla. Los embalsamadores operaban sobre una mesa de piedra en donde los cadáveres eran despojados. de sus órganos, excepto el corazón, para el caso de que el difunto debiera ser juzgado en el otro mundo. Después se dedicaban a deshidratar el cadáver sumergiéndolo en sal sódica. Este baño se prolongaba unos cuarenta días. La cabeza era untada con resina y el resto del cuerpo recibía baños‑de aceites balsámicos que evitaban el agrietamiento de la piel. 41 Finalmente, el cuerpo quedaba envuelto en 15 capas protectoras. Para conservar su forma, el cuerpo era rellenado con telas, arena y hasta aserrín. Finalmente la momia ingresaba al sarc6fago, donde lo acompañaban amuletos mágicos para garantizar‑su protección. «Estos hallazgos tienen un incalculable valor histórico ya que permiten iluminar aspectos de la vida cotidiana, la religión y el arte de los egipcios a comienzos de la era cristiana. Yo confio que puedan recuperarse las lo mil momias», no se cansa de aventurar el arqueólogo Hawass. Quizá tendrá que esperar que un burro se tropiece y caiga sobre otra tumba. Pero deberá ser como su burrito antecesor. Sabio. 0

el valle d las momias