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BILLY DE KID

POLEMICA EN ESTADOS UNIDOS

Quieren el Perdón . para Billy The KId

Lo piden algunos legísladores, péro descendíentes de sus victimas se oponen

Por MARINA AIZEN Nueva York. Corresponsal

Hace ya casi 120 años que Billy The Kid murió. Algunos hablan de su cuerpo sangrante en los brazos de su amante mexicana quien, mirando fijamente a los ojos de su asesino -el sheriff Pat Garret- le dijo: "ni siquiera tuviste el coraje de tirarle de frente". Pero, a pesar del tiempo transcurrido desde la muerte del bandido -uno de los más legendarios que haya conocido el Far Westsu figura sigue creando controversias políticas en la tierra en la que supo cometer sus tropelías.
Benjamín Ríos, un demócrata de la legislatura de Nuevo México, presentó una propuesta para que el gobernador del Estado, Gary Johnson, le conceda un perdón póstumo a Bill The Kid, que en sus cortos 22 años de vida también fue conocido como William Bonney y Henry McCarty.
Sin embargo, los descendientes del sheriff William Brady, quien cayó muerto durante una sucia emboscada del bandido en 1878, se oponen tajantemente.
"El no se merece ningún perdón. En lo que a mi concierne, esto está muy mal", indicó Bennet Brady, de 70 años, que es bisnieto del sheriff.
El que haya propuesto algo así está lóco", agregó disgustado.
Billy The Kid -quien muchas veces fue definido como "el Robin Hood del Far WesC- había nacido en 1859 en la ciudad de Nueva York, pero después su madre lo llevó a Silver City, ubicada entonces en el territorio de Nuevo México, donde empezó su carrera de pistolero.
Según cuenta la leyenda, mató a por lo menos 21 personas. Pero, como señala el legislador Ríos en su proyecto, mucho de lo que se dijo sobre él ha sido exagerado.
'Tas memorias, las historias y leyendas de Billy The Kid hasta hoy evocan emociones que van desde la admiración al desdén", dice el proyecto.
Ríos indicó que se decidió a pedir por el caso de Billy The Kid porque sus des C^endientes así se lo pidieron. De hecho, la gobernación de Nuevo México había recibido por lo menos otros cinco pedidos por el perdón del pistolero. Es más: el propio bandido estaba esperando un perdón del entonces gobernador Lew Wallace. Pero el sheriff Garret se adelantó: por su muerte, cobró una recompensa de 500 dólares, una fortuna en la época.
La corta vida de Billy The Kid ocurrió en tiempos de la expansión territorial de los Estados Unidos hacia el Oeste. En la frontera pesaba más le ley del revólver que la de la palabra escrita. Y en 1875, había una guerra entre los barones del ganado del condado de Lincoln, en la que el bandido terminó convirtiéndose en protagonista.
Al comienzo, él luchó para la facción de L.C. Murphy y J.J. Dolan, que estaba aliada a los corruptos políticos de la zona y, en particular, al sheriff William Brady.
Pero, poco después, el pistolero conoció a John Tunstall, un ranchero de origen inglés, a quien encontró como el hombre más caballeroso y educado de todo Nuevo México. El problema es que éste pertenecía al bando enemigo de Murphy y Dolan. Pero a Billy The Kid no le importó. Sin embargo, Tunstall no vivió demasiado tiempo. La gente de Brady lo mató a sangre fría durante una disputa de ganado. Cuando Billy The Kid se enteró del hecho, juró venganza. Y salió a la caza de todos los asesinos de su jefe.
Para matar al sheriff  Brady tendió la siguiente emboscada: recortó agugeros en una pared de adobe, como para dispararle a su víctima sin que pudieran verlo. Entonces, cuando el policía salió a caminar por las polvorientas calles del pueblo de Lincoln, cayó muerto.
En 1879, Billy The Kid le pidió perdón por sus andanzas al gober- nador Wallace, que había llegado al territorio por orden del entonces
presidente Rutherfórd Hayes, para restaurar la paz en la guerra de los barones del ganado.
El funcionario aceptó la propuesta del bandido, pero dijo que antes
tenía que ser enjuiciado por la muerte de Brady. Como el pistolero
no se quería rendir, para no quedar como un cobarde, convino con el
gobernador un arresto falso, en éfecto. que hasta hubo tiros.
Pero, como el perdón no llegaba, Billy The Kid terminó por cansarse. entonces se escapó y en la fuga mató a dos policías. El día que Garret lo fue a buscar (lo conocía de los días de la antes , de Murphy y Dolan), Bil ly estaba' durmiendo. En el medio de la noche, sintió un ruido de caballos . Salió de la habitación y eni en la casa de un amigo, preguntándo en castellano: "Quién es, quién  está alli'. Se encontró con la pistola  de su asesino y se convirtió en. leyenda. 

De salteador de caminos a leyenda 
POR JORGE AULICINO-CLARIN 11/02/2001

Excepto la devoción por una madre, no hay ninguna otra excusa para las tres primeras puñaladas que Bill Bonney dio en su vida, a la edad de once años. La carrera de violencia de quien sería conocido en todos los Estados Unidos como Billy The Kid (Billy el Niño) empezó cuando un matón del pueblo de Silver City, en Nuevo México, profirió Billy era un chico de "belleza equívoca", según Ramón Sender, uno de sus biógrafos. Hijo de irlandeses, quedó huérfano de padre en el viaje hacia el Lejano Oeste. Había nacido en Nueva York, en 1859. Su madre se volvió a casar y vivió con su marido y sus tres hijos en otro pueblo antes de trasladarse a Silver City. En la región imperaba la violencia de los terratenientes y la política de "fronteras móviles" entre los campos de pastoreo.
El Kid fue primero salteador de caminos, para sumergirse enseguida en las condiciones de la época, como pistolero de un hacendado. Algún lazo muy fuerte se creó entre él y el inglés Peter Tunstall, un educado ganadero que enviaba cartas a Carlos Marx: cuando la mafia de los hacendados del condado de Linco1n baleó a Tunstall, Billy sólo pensó en vengarlo. Y mató fríamente a todos los que pudo.
El sheriff Pat Garrett, un ex delicuente, lo mató a su vez en Fort Sunmer, México. Bill Bonney olió algo sospechoso cuando entró a la habitación y, desde la puerta, preguntó en español: "¿Quién está allí?". Garrett le disparó desde la sombra, agazapado tras la cama. Sabía que enfrentaba a un ser legendario y no le dio oportunidad de defenderse.
Billy The Kid tenía 22 años. Y según la leyenda, le gustaba enumerar sus muertes "sin contar indios ni mexicanos". Lo cierto es que se refugiaba entre los hispanos, tal vez porque su madre le había contado que muchos españoles provenían, como los irlandeses, del mismo tronco celta. Su nombre se mencionó, durante largo tiempo, en los corridos mexicanos de la frontera.












billy the kid

En la frontera pesaba más le ley del revólver que la de la palabra escrita

JORGE AULICINO