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LA TORRE DE BABEL

la leyenda de la confusion de lenguas

que su cuspide se eleve hasta el cielo

un destino funesto

el aspecto de la torre

el relato biblico

la torre de babel

la torre de babel de Bruegel

la torre de samarra en irak

El texto del Génesis relata que los hombres, reunidos en la llanura de Shinear después del Diluvio, resolvieron levantar una torre gigantesca. Dios (Yahvé), al ver lo que intentaban, obstaculizó sus planes «confundiendo sus lenguas» de inodo que los obreros no pudieran entenderse entre sí. Al quedar incapacitados de trabajar de común acuerdo, los constructores abandonaron la empresa y se dispersaron en diferentes direcciones. La torre inconclusa y la ciudad edificada en torno a ella se llamaban Babel o Babilonia.

  La leyenda de la confusión de las lenguas

  La leyenda de la confusión de las lenguas tiene un origen etimológico. El relator bíblico, que escribió posiblemente en tiempos del cautiverio de los israelitas en Babilonia, interpreta la palabra Babel en el sentido de  confusión   en este caso, confusión de lenguas. Del mismo modo, los griegos, que no comprenden el lenguaje de los extranjeros y, en primer lugar de los persas, adoptan más tarde la costumbre de designarlos con el nombre peyorativo de ~,bárbaros,>. La repetición de la sílaba ba simboliza la desorganización aparente de los dialectos no griegos, cualesquiera que sean, con respecto a la rigurosa organización de la lengua de Homero. Aún en nuestros días, el lenguaje abundante y confuso de los niños se denomina <~balbuceo~, y se califica como <~bla bla. Pero la leyenda del castigo divino de la diversificación de las lenguas se inscribe igualmente en la nostalgia de una época de oro donde todos hablaban un lenguaje común que aseguraba la paz y la comprensión. Este sueño se revela en el relato cristiano de la glosolalia y de Pentecostés: San Pablo atribuye a los primeros cristianos la facultad de expresarse en una lengua distinta de la que hablaban comúnmente bajo el efecto de un trance místico, y los Hechos de los Apóstoles evocan el milagro de la venida del Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego, que da a los discípulos de Cristo el don de expresarse en lenguas o dialectos de otro modo desconocidos por ellos...

  Que su cúspide se eleve hasta el cielo

  Pero la leyenda de la torre reposa sobre una realidad. Existía en efecto en Babilonia una construcción de varios pisos, llamada  zigurat de acuerdo al vocablo babilónico, de origen desconocido y que fue restaurada en tiempos de Nabopolasar (625-605 antes de nuestra era), fundador de la dinastía cal­dea. Esta construcción se llamaba Etmenanki la mansión de lo alto entre el cielo y la tierra». Una inscripción que data del tiempo de Nabopolasar señala: ,Marduk el gran dios de Babilonia,  me ha ordenado colocar sólidamente las bases de la Etme­nanki hasta alcanzar el mundo subterráneo y hacer de este modo que su cúspide lle­gue hasta el cielo, En otra inscripción, de los tierripos de Nabucodonosor, se precisa que la decoración de la cúspide estaba hecha (le ladrillos de esmalte azul brillan te, es decir, adomada del color del cielo, perfectamente adaptado para dar la impresión de que el edificio se perdía en el azul infinito. Sin embargo, nada permite pensar que los babilonios levantaron tal construcción por presunción. Según la inscripción más antigua, lo hicieron por orden del dios Marduk, y parecen haberia hecho para asegurar la armonía entre el cielo y la tierra. El historiador Herócloto, que visita Babilonia hacia el 460 antes de nuestra era, relata que un dios visitaba a una mujer que dormía en una habitación en lo alto del edificio. Etmenanki aseguraba el vínculo ,la unión entre dos realidades opuestas: lo alto y lo bajo, el mundo de los dioses y el de los hombres.

  Un destino funesto

  En el Génesis figura un contrasentido cuando se dice que los constructores tenían malas intenciones. Sin embargo, aunque así hubiese sido, el relato bíblico mezcla además lo verdadero y lo falso. Según la leyenda, pueblos de distintas procedencias que por lo tanto hablaban lenguas diferentes, trabajaron en la construcción del edificio. En otra parte, la inscripción de Nabucodonosor afirma: ~<A todos los pueblos de numerosas naciones ( ... ) yo (los) obligué a trabajar,>. Pero esta diversidad étnica no impidió el término de los trabajos. Sin embargo, parece efectivamente que un destino funesto se ensañó con la torre. Construida con esfuerzo, a lo largo de muchos reinados, sobrevivió poco tiempo. Babilonia, que cayó en 539 bajo la dominación persa, se rebeló en 482. Jerjes, que la puso nuevamente bajo su autoridad, tomó represalias que causaron serios daños al monumento. Un siglo y medio más tarde, en 331, Alejandro el Grande estableció su capital en Bablilonia, y cuando vio la torre en ruinas, trató de restaurarla. Pero ello le demandó tanto trabajo, que renunció a su proyecto. A continuación, la torre sirvió de cantera a los constructores de los alrededores, que la redujeron a un montículo informe. Sobre ella se construyó un edificio y, cuando éste se desplomó, cubrió las ruinas de la torre inicial, escondiéndola por muchos siglos.

El aspecto de la torre

  ¿Dónde está la torre? Entre el siglo XVI y los inicios de¡ siglo XX, numerosos viajeros y exploradores occidentales fueron a Mesopotamia y se esforzaron en localizar el famoso edificio. Algunos propusieron ubicarla en Afar Quf, al oeste de Bagdad, otros, en Borsippa, en las proximidades de Babilonia... Sólo las excavaciones arqueológicas permitirían establecer la verdad. Las pruebas arqueológicas. En 1913, el arqueólogo alemán Robert Koidewey descubrió finalmente la ubicación de la torre. Su base es un cuadrilátero de 91,55 m por lado. Su centro, que es la parte más antigua, está formado por un núcleo de ladrillos crudos, cuya altura fue aumentada en tiempos de Nabopolasar y de Nabucodonosor y que fue cubierto de un nuevo paramento de ladrillos cocidos. Las excavaciones han dejado a la vista tres escaleras, dos laterales y una central; esta última perpendicular a la estructura de¡ edificio. El testimonio de los textos antiguos. Estas reseñas han sido apoyadas por textos antiguos, como el relato de Heródoto y sobre todo la tablilla llamada «del Esagil», conservada en París en el Museo de¡ Louvre, copiada en el año 229 antes de nuestra era de un documento antiguo que describía el estado de la torre. De una altura de aproximadamente 90 m, el edificio piramidal tenía siete pisos, hechos de muros con relsaltos, sin duda verticales. El último piso tenía instalaciones para el culto, adornadas con los ladrillos esmaltados azules de Nabucodonosor.

El relato bíblico

  «Todo el mundo utilizaba una misma lengua Y unas mismas palabras. Cuando los hombres se desplazaron hacia el oriente, encontraron un valle en el país de Sbinear y  allí se establecieron.. Y se dijeron unos a otros Vamos a hacer ladrillos y a cocerlos al fuego, El ladrillo les servía como piedra y el asfalto de argamasa. Y djeron: ~Vamos, construyamos una ciudad y una torre cuya cúspide penetre hasta el cielo. Hagámonos de un nombre y no nos dispersemos sobre la tierra, Entonces yahbé descendió para ver la ciudad y la torre que los hombres habían construido. Y Yabvé dijo: Hc, aquí que todos forman un solo pueblo y hablan una sola lengua y éste es el comienzo de sus empresas. Ahora, ningún designio será irrealizable para ellos. Vamos, bajemos y allí confundamos su lengua para que no puedan entenderse los unos con los otros, Y Yabvé los dispersó sobre toda la superficie de la tierra y dejaron de construir la ciudad, Así, se le puso Babel, porque allí Yabué había confundido las lenguas de todos los habitantes de la tierra y fue allí que los dispersó sobre toda la superficie de la tierra,

 

Génesis, XI, 1-9.